UNAPEF tiene 6 años en La Guaira y muchas ganas de seguir trabajando

La Unidad de Apoyo Psicoeducativo y Familia (UNAPEF), nació en Caracas hace aproximadamente 11 años. En ese momento, era muy difícil tener abordaje completo para los niños con condición de autismo, pues todavía no se tenía una idea clara de lo que era, incluso en las universidades las carreras de psicología y psicopedagogía no tenían incluido la materia en su pensum.

Solo se diagnosticaban casos severos, muy parecidos a aquel mito de los años 90 del niño aislado. Afortunadamente se ha ido ampliando la gama del espectro autista, primero se hablaba de un síndrome, luego de un trastorno y hoy en día se habla de un espectro.

La unidad llegó a La Guaira en el año 2015, “hemos venido realizando un trabajo a cuenta gotas, luego de la fundación en Caracas, pasamos a Miranda y ahora La Guaira”, explicó Yumelis Vera, directora del centro.

En el estado, tuvo la oportunidad de encontrarse con personal capacitado y dispuesto a trabajar, “para nadie es un secreto la situación del país, varios de los profesionales que se han formado se han ido, pero todavía queda gente muy motivada”.

Vera también es madre de un chico de 18 años con la condición de autismo, por lo que el amor a su trabajo es amplio y entiende perfectamente la posición de los padres que asisten al lugar en busca de guía y ayuda para sus hijos.
Muchos de ellos no pueden costear el abordaje terapéutico porque no cuentan con los recursos, además que los tratamientos son multifactoriales porque no hay una característica única del autismo ni se sabe su causa, afortunadamente algunos representantes han apadrinado y ayudado a los niños, “nos da mucha satisfacción porque nosotros ponemos nuestro granito de arena, ellos ponen el suyo y trabajamos armónicamente”.

Unidos por un fin común

El centro cuenta con intervenciones tempranas, quiere decir que trabajan con niños de hasta 1 año porque hoy en día se puede diagnosticar en ese momento, “anteriormente los pediatras decían que había que esperar que tuviesen 4 o 5 años, pero los resultados son más positivos mientras más temprano se detecte el espectro”.

Cuentan también con la unidad psicológica y psiquiátrica, coordinada por el doctor Francisco Rivero, con el psicólogo Javier Ortega, con la terapista ocupacional Cleirys Longa, un psicoanalista, una psicóloga infantil y una psicóloga sexual, “todos trabajan con la idea de no solo integrar a los niños sino a sus familiares”.

La psicóloga infantil se encarga de trabajar el estrés de los padres, cada cierto tiempo les da charlas pero en función de la condición, “a veces nos enfocamos en tratar al niño y se nos olvida que también somos padres de otros hijos y esposos, buscamos romper paradigmas y demostrar que tenemos especialistas de calidad en La Guaira, que no es necesario ir a Caracas”.

Por la pandemia, la unidad atiende a los niños desde las 7:00 AM hasta la 1:45 PM, aunque en ocasiones el doctor Rivero y su equipo adiestran a personas adultas en la tarde. Suelen atender de 6 a 7 niños por día, antes de la pandemia trabajaban hasta la tarde y atendían hasta 15.

Manejan precios solidarios

En otros espacios las terapias pueden costar de 15 a 17 dólares por sesión, sin embargo tratan de manejar un precio máximo de 10 dólares y este puede variar dependiendo del estudio socioeconómico de los padres, “podemos bajar a 5 o 6, también están las evaluaciones que son un poco más costosas porque es con el experto y sus instrumentos, pero les damos comodidades de pago, promociones y descuentos”, en todo momento tratan de crear acuerdos entre la familia y la institución porque también deben mantenerla en buen estado.

Las terapias se han realizado hasta afuera del centro, porque no todos los niños toleran lo mismo, hay algunos que tienen apegos exagerados a su mamá, a un juguete, son hipersensibles y no toleran el ruido del aire acondicionado o tienen berrinches de difícil manejo. Además, hay niños que no caminan y son ciegos, por lo que no pueden subir las escaleras.

“La familia es el 99%”

La terapista ocupacional, Cleirys Longa, aseguró que siente amor por su profesión, tiene 1 año trabajando en el centro pero 14 años de profesión. Trabaja con niños desde la edad temprana hasta la adulta, “nosotros somos el 1% y la familia el 99%, les damos las estrategias porque no solo queremos que las terapias sean en el centro sino también en el hogar. / VC.

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