Se esperan 100.000 personas por noche en Río de Janeiro

Con el esplendor de sus escuelas de samba, Río de Janeiro celebra el domingo y el lunes su famoso Carnaval, marcado este año por un mayor optimismo tras el cambio de gobierno y el fin de las restricciones de la pandemia.

Tras dos carnavales marcados por el covid, Río de Janeiro recupera su «carnaval pleno» y se dispone a celebrar «la vida y la democracia», dijo este viernes el alcalde Eduardo Paes, al entregar simbólicamente las llaves de la ciudad al personaje del Rey Momo, rito que da inicio oficial a los festejos.

Debido al coronavirus, la fiesta fue suspendida en 2021. En 2022 se celebró fuera de época, en abril, y solo con los desfiles en el Sambódromo, sin los blocos callejeros.

En su retorno a la normalidad, mientras las comparsas carnavalescas animan las calles desde la semana pasada, las escolas ultiman los detalles de sus suntuosos desfiles en el Sambódromo.

«Siempre damos lo mejor. No tenemos horarios, trabajamos de madrugada. Todo para hacer al público feliz», dijo

Rogerio Sampaio, uno de los numerosos miembros de la escuela Viradouro que pasaron los últimos meses confeccionando disfraces en los galpones de la Ciudad de la Samba, en el centro de Río de Janeiro.

La Liga Independiente de las Escuelas de Samba (LIESA) espera un público de 100.000 personas por noche en el Sambódromo, contando los más de 70.000 espectadores que caben en el recinto y los integrantes de las 12 escuelas.

Además de ser el primer Carnaval sin restricciones sanitarias, es el primero desde que  Luiz Inácio Lula da Silva asumió la presidencia, tras derrotar a air Bolsonaro,.

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