Recrudece bombardeo ruso a sectores civiles

A medida que las tropas de Moscú enfrentan resistencia del Ejército y de las milicias civiles, el Kremlin ha pasado a lanzar ataques más agresivos contra barrios residenciales e infraestructuras civiles.

La última señal alarmante fue el aviso del ejército ruso a la población de varias zonas de Kiev para que abandonen sus casas ante un bombardeo inminente.

Pese a insistir todos estos días en que su misión es una “operación quirúrgica” contra “fuerzas extremistas” y que no afectaría a la población civil, el Ministerio de Defensa ruso ha anunciado que se dispone a bombardear una serie de puntos de la capital ucraniana. El primero de ellos, la torre de la televisión, fue alcanzado la tarde de este martes. Cinco personas han muerto y otras cinco han resultado heridas en el ataque.

Durante los primeros cinco días de ofensiva de Putin contra Ucrania han muerto al menos 136 civiles, incluidos 13 niños, según datos de Naciones Unidas, datos que según la responsable de los derechos humanos Michelle Bachelet son muy inferiores a los reales, porque la ONU es muy estricta en las exigencias para certificar las muertes.

La maniobra es otra señal más del cambio en la estrategia de Putin, que ha pasado a poner en su diana abiertamente zonas civiles y con armas cada vez más poderosas.

Mientras avanza para tratar de hacer una pinza y aislar la región del Donbás y hacerse con el control de todo el este de Ucrania, Putin inició esta mañana otro intenso ataque contra una área residencial de la ciudad de Járkov, la segunda más grande en población del país (1,4 millones de habitantes) y de mayoría de habla rusa.

La enorme explosión ha golpeado el centro de la ciudad, sitiada desde hace tres días y con las fuerzas ucranianas reprimiendo la ofensiva. El edificio de la Administración Regional fue prácticamente destruido, según informó el Ministerio de Situaciones de Emergencia de Ucrania. Hay al menos siete muertos y muchos heridos, según los servicios de emergencia.

En otro ataque contra infraestructuras civiles en Járkov, diez personas murieron el lunes durante un bombardeo a un barrio residencial de la ciudad, según el alcalde, Igor Terejov.
La explosión acabó con la vida de una familia entera -los dos padres y sus tres hijos- que viajaba en un coche por la zona atacada. Además, el castigo aéreo provocó decenas de heridos, con lo que las víctimas mortales podrían aumentar en las próximas horas.

La explosión en torno a la torre de televisión durante la tarde ha sido la señal del recrudecimiento de los ataques rusos, aun a riesgo de matar de decenas de civiles. La humareda se produjo cerca del memorial de Babi Yar, escenario de uno de los mayores horrores del Holocausto judío.

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