Cierre de Bahía de los Niños es indefinido

Luisana Brito.- Tras el cierre de la playa Bahía de los Niños, en Los Corales, Caraballeda, que entró en vigencia ayer, el presidente del Instituto Autónomo de Turismo (Iatev), Ernesto García, refiere que la medida es indefinida y que la activación de los servicios dependerá del esfuerzo y empeño de los comerciantes.

En una reunión llevada a cabo en las instalaciones de Infravargas, en Caria la Mar, entre 100 trabajadores, la Cámara de Turismo Vargas y el comisionado estadal de la Sundee, Abel Álvarez, acordaron hacer las mejoras en cuanto infraestructura, organización y determinación de los precios del menú playero. Para ello, proponen la creación de una comisión encargada para delegar funciones a fin de darle celeridad a las labores.

Ernesto García, refiere que por los momentos, la playa continuará cerrada hasta nuevo aviso. Sin embargo, el usuario que desee acudir a ella puede hacerlo, solo que no contará con los servicios.

Lo que hemos logrado en estos siete años debemos mantenerlo, para seguir siendo el estado más visitado por los turistas en las temporadas vacacionales. La culminación de la medida sancionatoria va a depender de la determinación con la que ellos trabajen. Los toldos están en mal estado y los quioscos parecen ranchos, nosotros nos ponemos a la orden para ayudarlos en cuanto a permisología, pero ellos por autogestión, deberán hacer las reparaciones necesarias, como lo hicieron en Camurí Chico, donde los sustituyeron por unos nuevos”.

Con respecto a las tarifas del menú, señala que a través de la Sundee les enseñaron a determinar la estructura de costos, la importancia y el conocimiento de exhibir los productos con su Precio Máximo de Venta al Público (PMVP). “Tenían unos precios exorbitantes. No es posible que seis piezas de pollo esté en Bs. 6.000, un pargo en Bs. 2.500 y una parrilla mar y tierra en Bs. 6.000. Solo pueden tener un 30% de ganancia por encima del precio de compra, reconociéndose el valor de la materia prima y los gastos operativos”.

Del mismo modo, Julio Requena, toldero desde hace más de 10 años, manifiesta estar en desacuerdo y considera la medida como dura, ya que a su juicio les están negando el derecho a trabajar. “Está mal lo que hicieron. Estamos limitados a trabajar y como está la situación económica del país es difícil rebuscarse en otro oficio. Debería expulsar de la asociación a quienes incumplieron con las normativas”. LB/ mp

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