Campaña corta no da espacio para malas rachas

Así como alguien puede sacar provecho de un calendario de 60 juegos y batear para .400 esta campaña, más de un jugador acabará con espantosas estadísticas.

Una mala actuación cobra más peso y la presión mental podría aumentar


Después de todo, es mucho más complicado para un bateador reponerse tras irse en blanco en 15 turnos, o cuando un pitcher es castigado con cinco carreras en un inning al tener sólo dos meses en lugar de los habituales seis.


Y eso podría ser un problema este año, en especial para aquellos que pueden convertirse en agentes libres al finalizar la campaña.


Véanlo de esta forma: En una campaña normal, un jugador de posición titular tendría alrededor de 500 turnos, así que necesitaría unos 150 imparables para batear .300. Si cae en un bache de 15-0, ahora batearía 150 de 515, es decir, un porcentaje de .291.


Una comparación ambigua: Alguien con 180 turnos este año necesitaría 54 hits para batear .300. Si cae en un bache de 15-0, 54 de 195, y ahora un bateador de .300 se convierte en uno de .277.


Para los lanzadores, los contrastes serían incluso más marcados. Si un lanzador con efectividad de 3.75 en 60 innings permite cinco anotaciones en una entrada, su promedio de carreras limpias admitidas se dispara a 4.43.


En todas las temporadas, los jugadores hablan de no esforzarse de más para salir de un bache, porque sólo complica las cosas. Pero una mala actuación cobra más peso y la presión mental podría aumentar.

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