Trabajadores educacionales protestan en la Gobernación por pago chucuto

Exigen discusión de la contratación colectiva vencida hace 5 años

Portando pancartas, los obreros del sector educativo se apostaron frente a la Guipuzcoana para reclamar ajustes salariales, el pago de la retroactividad, la discusión del convenio contractual y la cancelación del bono de alimentación a razón de Bs. 108 mil.

Manifestaron su molestia porque perciben un salario de Bs. 27.091 al mes y la Gobernación aún no ha realizado el estudio socioeconómico para empezar a discutir la contratación colectiva que se encuentra engavetada.

Tiodosia Rea, presidenta del Sindicato Único de Trabajadores Educacionales, explica que son 300 obreros activos y están pasando trabajo por la indolencia del patrono que en varias oportunidades ha manifestado que no tiene deudas con el sector.

“Le recordamos que sí nos debe y que vamos a seguir luchando para que nos cancele hasta el último centavo, pues es un derecho adquirido”.

Carmen Blanco, secretaria de reclamos, sostiene que hay 87 contratados que cumplen a cabalidad con su trabajo y esperan por sus cargos fijos desde hace años. “Se debe hacer justicia con estas personas que llevan hasta 10 años prestando servicio en los planteles del estado”.

 Llevan hasta los materiales de limpieza

Mabel Jiménez expresa que les adeudan cuatro meses de retroactivo y dos meses de cestaticket, lo cual incide de manera drástica en el presupuesto familiar. “Muchos de los compañeros han dejado de comprar las bolsas de comida porque no cuentan con los recursos. Nos está condenando a morir de hambre”.

Ana Camacho, trabajadora de la escuela Zea, resalta que los obreros se ven en la obligación de llevar hasta el material de limpieza para que los alumnos puedan recibir clases en espacios limpios.

“Estamos percibiendo salarios de hambre y hoy estamos aquí para exigirle al gobernador Jorge Luis García Carneiro que cancele lo adeudado porque ya no hayamos qué hacer con lo poco que cobramos”.

También exigen la discusión del contrato colectivo paralizado desde hace cinco años y el inicio del estudio socioeconómico que debe realizar la Gobernación para comenzar el debate.

Igor Iriarte destaca que cobran cinco mil bolívares semanales y esto no les alcanza para nada. “Somos padres de familia y tenemos que llevar la comida a la casa. Es necesario que la Gobernación se ponga al día con el sector educativo que hoy se encuentra entre la espada y la pared”.

Los trabajadores estuvieron por espacio de una hora frente a la sede del Gobierno regional. Al no encontrar respuesta, manifestaron que continuarán en la lucha hasta que les paguen porque ya la situación es insostenible./jd

 

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