Tormenta pluscuamperfecta

Rómulo Herrera

Sube el telón y aparece la escenografía de la parte exterior del restaurant Cristal Mar, con sus mesas y sillas al aire libre, y casi se siente la brisa del mar varguense.

Lewis: Esto sí que es el fin: extraditan a Alex Saab, también a la enfermera-tesorera Claudia Díaz y El Pollo Carvajal empieza a cantar para que no lo extraditen a Estados Unidos. Esta vaina no la resiste ningún gobierno, es la mega tormenta pluscuamperfecta …

Manolo: ¿Qué vaina es esa de pluscuamperfecta?

Lewis: ¡Que es más que perfecta! Más fuerte que la Tormenta Haloween, la que hundió al Andrea Gail el 28 de octubre de 1991. ¡Ahora sí es verdad que este gobierno se tambalea!

Jesús: Jajaja…sería justo, porque tiene 22 años y 8 meses cayéndose o simulando que se cae. Pero resistió hasta a la Tragedia de Vargas de 1999, que fue como un abrebocas de todo lo malo que vendría después; pero en este país la clase dirigente es sifrina y ciega, y como no ve, suple su ceguera hablando el doble de lo que le conviene. 

Todos callan mientras el mesonero descarga una nueva ronda de cervezas.

Rosita: ¿Dónde estarán los pajúos que afirmaban que el comunismo había muerto? Yo tenía un pretendiente que me decía, como pretexto para no participar en las marchas conmigo: “Nooo vale, no temas. El comunismo está muerto y lo enterró Deng Xiaoping, en la misma urna de Mao, el 1976-78; Gorbachov lo mandó p’al carajo, el año año 1991, con la Glásnost y la Perestroika, y ya se había caído el muro de Berlín, en 1989, inundando a toda Europa con la miseria acumulada en la República ique ‘Democrática’ Alemana.

Praxis: Mi novio de aquellos años me decía, y yo también estaba convencida de esa vaina, que en pleno siglo 21 no iba a resucitar el comunismo. Bueno, hoy estamos a 21 de octubre del año 2021, del maldito siglo 21, y allí siguen ellos, desgobernando, a sus anchas.

Manolo: Quien afirma, cual Zaratustra del siglo 21 que “El comunismo ha muerto”, es el escritor Mario Vargas Llosa.

Rosita: Dios bendiga a Don Mario, por todo lo que ha tratado de ayudar a Venezuela. A mí me encantó su libro Cinco esquinas, confesó lanzando una mirada pícara, que se perdió en el aire, a Praxis, la única otra mujer que había en aquella reunión de tomadores de cerveza y amantes de la fresca brisa marina que se respira en la bajada de El Playón.

Rommer: Ha habido mucha ceguera. Seguro. Tanta que no se han dado cuenta de las trampas del chavismo, que cada cierto tiempo simula que son brutos o que están a punto de caer, todo en el marco de una estrategia elaborada por especialistas, y la oposición muerde el anzuelo. Y de una salen a descalificar a los compañeros para ser ellos los que primero lleguen a la Presidencia. Y así pasan los días, con más desempleo, hambre y deterioro de los servicios públicos.

Rosita: ¿Qué proponen ustedes?

Manolo: ¡Caramba! Lo que salta a la vista es que no se debe subestimar más a quienes tienen una enorme maquinaria para mantenerse en el poder.

Praxis: Lo cierto es que vamos de sobresalto en sobresalto, de un peo a otro. Yo pienso que ni a los oficialistas les conviene vivir así, por mucha plata que tengan, por muy poderosos que sean, están atrapados.  Su propia familia debe pedirles tregua, porque el estrés debe ser fuerte, por mucho que tengan psicólogos y psiquiatras particulares, a ellos también les conviene negociar de verdad.

Rommer: Totalmente. A todos nos conviene salir ya de esta vaina. Negociar, llegar a acuerdos. Pero, para eso hay que estar dispuestos a entender a la contraparte. Ellos están metidos en un lío enorme, pero tienen el poder de las armas, hay que brindarles opciones para que cedan el paraíso que ahora disfrutan.

Lewis: Yo apoyé las negociaciones, pero fíjense lo que pasó en México: los oficialistas no cedieron nada, hasta pusieron preso a Freddy Guevara, pocos días antes de iniciar las negociaciones. ¡Increíble la jugada! A Freddy lo pusieron en libertad como si fuera una exigencia de la oposición y una concesión del oficialistmo, lo cual pasaría por encima de los cientos de presos políticos que tienen años sufriendo todo tipo de calamidades. Encima lo hicieron parte del grupo negociador, para hacer más daño a la oposición.

Rommer: Sí. Eso fue una jugada maestra. Entonces, no los sigamos subestimando.

Jesús: Divide y vencerás no es una máxima chavista, pero la usan, y la oposición se cansa de aplicar lo contrario: ¡Únelos para que te sigan jodiendo! Miren la salida a escena de Capriles atacando a Juan Guaidó, calificándolo como presidente playstation, justo cuando el muchacho agarraba un aire. Eso además de inoportuno favorece al oficialismo a 31 días de las elecciones regionales

Manolo: ¿Por qué los favorece?

Praxis: Elemental, porque todo lo que perjudica a Guaidó y a la oposición, favorece a Maduro y al gobierno. 

Lewis: Esa es una estrategia del gobierno: descalificar el liderazgo vigente, para dar paso a uno nuevo que cuando se fortalezca también será descalificado por los propios amigos y los que fingen ser amigos, pero son aliados del gobierno. Así el oficialismo nos condena, como los dioses condenaron a Sísifo, a empujar por siempre un peñasco redondo hasta la cima de la montaña, y cuando estamos a punto de coronar, como ahora, retrocedemos al punto inicial, y otra vez a comenzar. A Sísifo los dioses le quitaron la vista y a nosotros el oficialismo nos echa arena en los ojos…se parece igualito.

Praxis: Ya habíamos dicho que son ciegos, y estos enfrentamientos entre nuestros líderes, ya debe tenerle la piedra afuera a Luis Almagro, quien ha demostrado tener la paciencia de Job y sigue defendiendo a Venezuela. Digo, para seguir en esta onda culturosa

Manolo: Cuánta división. ¡Qué pena ante la comunidad internacional!

Rommer: La comunidad internacional no existe formalmente. Ese es un cuento que nos creemos, para sentirnos mejor.

Rosita: ¡Dios! No me jodas la esperanza

Rommer: Pero, es la verdad. Ahora si quieres esperanzas, las elecciones del 21N son un buen camino para nosotros, especialmente. Necesitamos demostrar que sí somos mayoría y eso se hace votando. La clase trabajadora, los profesionales, los técnicos, la clase media que fue campo fértil para la antipolítica, y ahora llora lágrimas de sangre, y todos quienes se precian de ser inteligentes, deben acudir a votar. No hacerlo es repetir el 2005, con todos sus comprobados resultados catastróficos. Yo luché el 2005, y lucho ahora por la participación el21N, para abrir camino y demostrar que sí queremos salir sin derramamiento de sangre, de esta crisis generada por una élite sin sentido de grandeza, sin amor por la patria de Bolívar que hoy desgobierna.

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