Repuntan ventas de ropa usada por lo caro de la nueva

Mientras los encargados de negocios donde se vende ropa y zapatos nuevos reportan caída en las ventas debido a sus elevados precios, en los establecimientos que comercializan prendas de segunda mano cada vez son más las personas que llegan interesadas en comprar.

“Esta tienda tiene más de 30 años y siempre ha habido clientela, pero este año ha repuntado la demanda por la situación que hay en el país: la ropa nueva está muy cara y la gente no tiene como pagarla”, afirmó María Espinoza, encargada de la tienda Su Confidente, en el centro comercial Único en Chacaito.

Aseguró que el incremento en la demanda llevó a los propietarios del negocio a mudarse a un local más grande. “A partir del próximo mes  vamos a estar en el mismo centro comercial, pero en la planta baja en un sitio más grande para exhibir mejor la ropa y que los clientes tengan más espacio”, dijo.

María Eugenia Goncalves, propietaria de Victor Boutique, en la avenida Principal de El Bosque, coincidió con Espinoza en el repunte de las ventas. Agregó que el perfil de los clientes ha variado: la ropa usada pasó de ser demandada por personas de muy bajos recursos y por productores de teatro y televisión para vestuario de obras, a ser comprada por personas de diferentes estratos sociales para su uso corriente. “Están viniendo muchas más personas que trabajan en las oficinas que quedan por la zona”, añadió Goncalves.

En los comercios se consiguen blue jeans que oscilan entre 600 bolívares y 1.200 bolívares, franelas a partir de 200 bolívares y vestidos de fiesta que no pasan de 4.000 bolívares. También hay zapatos desde 600 bolívares.

“Aquí hay precios para todos los bolsillos y son prendas de buena calidad, solo hay que buscar con calma”, dijo María Torres, una de las clientas que estaba en Su Confidente. Agregó que además de comprar en estas tiendas suele acudir a los mercados de ropa usada que se instalan cada semana en garajes de diferentes zonas de la ciudad.

Mary Troconis, otra clienta, afirmó que no solo compra ropa de segunda mano para su uso, también se la lleva para venderla en el estado Mérida. “En el interior del país las personas ganan menos que en Caracas y les cuesta más pagar por la ropa nueva. A mí no me dura la mercancía usada, cada quince días debo venir a comprar más”, expresó.

Menos oferta. Este año aumentó el número de clientes que acude a las tiendas a comprar ropa usada, pero ha disminuido la cantidad de personas que va a vender, indicó Goncalves.

“Hay muchas personas que nos traían la ropa que les quedaba grande, ahora por la misma situación que hay en el país deciden mandarle a meter y seguir usándola. Tenemos más demanda y menos oferta”, afirmó.

LA CIFRA
2.500 bolívares cuesta un flux de marca en Víctor Boutique, es uno de los precios más altos en las tiendas de segunda mano.

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