Monseñor Raúl Biord consagró la Iglesia Nuestra Señora del Carmen

* Feligreses tenían 14 años a la espera de la construcción del templo

Luisana Brito.-Tras 14 años de espera por la construcción y entrega de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen de La Soublette, en Catia la Mar, ayer a las 4:00 pm el monseñor Raúl Biord Castillo, obispo de La Guaira, abrió sus puertas para dar inicio al ritual de dedicación y consagración del nuevo templo de Jesucristo.

Centenares de feligreses se apostaron desde tempranas horas para disfrutar de los rituales religiosos y agradecer a Dios por los favores concedidos en estos años de espera, ya que hace dos años la obra se paralizó por falta recursos.

“Hoy ha sido un día de fiesta para la comunidad de La Soublette porque se ha visto materializado el sueño que tienen desde hace más de una década. Estamos aquí para celebrar la presencia de Dios en este templo y que, de ahora en adelante, será el refugio de los presentes”, expresó el obispo.

Agradeció el apoyo del Gobernador y Alcalde, además de algunos vecinos por no desistir en la lucha de la construcción de la iglesia más grande la parroquia. “Este templo es para rendirle culto a Jesucristo desde la Diócesis a través de la catequesis; con él se bendijo a todos los varguenses para seguir transitando los caminos que llevan a nuestro Señor, por el rescate de los valores y por la paz del mundo”.

Para dar inicio a la consagración, en la puerta de la iglesia se encontraba Miriam González, directora ejecutiva del despacho del Gobernador, quien entregó las llaves del templo. Igualmente, una comisión concedió la reliquia de San Eugenio de Mazenod para ser colocada en el altar.

Acto seguido, el párroco José Manuel Cicuéndez hizo la apertura de la puerta del templo, a la cual ingresó el pueblo fiel y los celebrantes. Una vez en el altar, el Obispo procedió a la aspersión con agua bendita al pueblo reunido y a los muros.

Después de la profesión de fe y el canto de las letanías, comenzó con el rito de la dedicación del templo. Empezó con la entrega de la reliquia de San Eugenio de Mazenod por parte del Mons. Biord en representación de la comunidad de La Soublette y sectores aledaños, para su entronización en el altar.

De inmediato tuvo lugar la consagración del santuario y la unción de las columnas. El obispo procedió a la incensación del altar y de la casa de Dios. Terminó el rito de dedicación con la iluminación del altar y las columnas del templo parroquial por parte de los párrocos de la Zona Pastoral de Catia la Mar.

Continuó la celebración de la santa misa con la liturgia eucarística y el rito de comunión. Después de la distribución de la eucaristía, el obispo llevó el Santísimo Sacramento al Sagrario acompañado de los celebrantes. “Desde aquí, presidirá el Señor Jesús esta, su casa, desde hoy y por muchos años”.

Entrega del libro de las lecturas

 La pastoral Afro de La Diócesis de La Guaira, junto a los tambores de La Soublette, hicieron la entronización de la palabra, la cual se basó en la representación teatral de la vaguada de 1999, la que agrietó fuertemente las bases y columnas de la antigua iglesia y lo que determinó que la tumbaran para levantarla de nuevo.

Seguidamente el obispo entregó el libro de las lecturas para ser entronizado en el Ambón, donde, desde ahora, se proclamarán las sagradas escrituras.

Colocación de la reliquia en altar

La incrustación de las reliquias de San Eugenio de Mazenod en el altar es el símbolo que expresa la participación de todos los bautizados, especialmente de los que han gastado su vida en el servicio y han derramado su sangre por la iglesia en el misterio de la pasión de Cristo.

Luego se procedió a la unción con el crisma. El altar se convirtió en símbolo de Cristo que es llamado y es por excelencia “El Ungido”, puesto que el padre lo ungió con el Espíritu Santo y lo constituyó sumo Sacerdote para que en el altar de su cuerpo, ofreciera el sacrificio de su vida por la salvación de todos.

La incensación sobre el altar es para referir el sacrificio de Cristo que se perpetua sacramentalmente, de manera que sube hasta Dios como suave aroma, y también para expresar que las oraciones de los fieles llegan agradables y propiciatorias hasta el trono de Dios. Posteriormente se incensaron los muros del templo.

Como todo ritual de consagración de iglesias, la iluminación del púlpito y de las columnas crismadas nos advierte que Cristo es la “luz para alumbrar a las naciones”, con cuya claridad brilla la Iglesia y, por ella, toda la familia humana.

La iluminación estuvo a cargo de los párrocos de la Zona Pastoral, acompañados por los dos anteriores, Mons. Mario Lizarazo y el padre Omar Hernández. Con este gesto se concluyó el rito de consagración y prosiguió la eucaristía con el ofertorio.

Para finalizar la santa misa, la habitante Rosa Ladera y el músico Eduardo Mayores tuvieron el placer de entonar las notas del Dios te salve María, haciendo rodar lágrimas de felicidad en los feligreses./yg

 

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