La ZEE es la vía al progreso que el Presidente prometió seguir

“La economía venezolana está en una transición, que tiene como referencia al modelo chino”, afirmó Rafael Lacava, miembro de la dirección nacional del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y gobernador del estado Carabobo, en su visita a Shanghái. 

Lacava, quien aseguró estar allí como enviado especial de Maduro, explicó luego que esa visión sobre China era la que explicaba que el mandatario venezolano hubiera viajado con tanta frecuencia a ese país. 

Y ciertamente, Maduro había realizado en septiembre su tercera visita de Estado a China que, según afirmó, era también su viaje número 11 a ese país desde 1999. 

El mandatario venezolano ya había mencionado a Pekín como referente en el pasado. En julio de 2022, por ejemplo, lo hizo al promulgar la ley que permitía la creación de zonas económicas especiales (ZEE) como camino para la atracción de inversiones productivas. 

“Ya conocemos bien las experiencias de China durante 40 años, la experiencia de Corea del Sur, la experiencia de Vietnam, entre otras (…), que nos han servido de inspiración para dar este paso”, dijo entonces. 

Un año antes, cuando el anteproyecto de esa ley fue presentado ante el Congreso por el diputado Nicolás Maduro Guerra, hijo del mandatario, este también dejó claro que querían avanzar hacia el modelo económico de Pekín. 

“Una gran ZEE exitosa es la de nuestros hermanos de la República Popular China, donde una zona llamada Cantón en los años 80 tenía una población de dos millones de habitantes, muy humilde y deprimida económicamente, y hoy (…) es una de las principales zonas industriales de China”, dijo.

Pero, ¿cuán viable es aplicar el llamado “modelo chino” en la Venezuela de Maduro? 

“Lo que la gente llama modelo chino es una simplificación de la realidad china”, responde el economista Luis Vicente León al ser preguntado sobre la viabilidad de esta iniciativa en Venezuela. 

“El modelo chino mezcla empresa privada con empresa pública; permite la participación internacional, pero con fuertes controles y seguimiento estatal; donde el Estado juega un rol muy importante en el proceso de investigación y desarrollo; y donde hay conexiones muy fuertes entre el Estado productivo, el Estado político y el sector privado; y donde el tema político se mantiene estrictamente concentrado en el Partido Comunista”, apunta Luis Vicente León, presidente de la consultora Datanálisis. 

La mayoría de los analistas económicos coincide en que el modelo económico chino es aplicable en Venezuela y sería una excelente vía para salir de la pobreza en que está sumido el país.

Vietnam lo hizo y hoy es otro emporio de riqueza y polo de atracción para inversionistas del mundo desarrollado.

Su éxito es prueba de que el sistema chino impuesto por Deng Xiaoping funciona bien, en países en crisis de empleos, que pueden ofrecer mano de obra barata y con eso atraer el establecimiento de grandes fábricas de ensamblaje. 

Para Venezuela ese modelo sería mucho más poderoso, porque tenemos las reservas de petróleo más grandes del mundo y las quintas reservas de gas probadas, que nos colocan en posición privilegiada en un mundo en conflicto que necesita energía en enormes cantidades.

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