Escolares pierden peso y talla por malnutrición

Beatriz Rodríguez, [email protected] “En las evaluaciones que se han hecho en los centros educativos y hospitales, los médicos han encontrado graves problemas de desnutrición en niños. Esto debe llamar la atención de las autoridades gubernamentales, quienes están en la obligación de hacer un gran esfuerzo para que el programa de alimentación llegue a todos los planteles”, expresa la profesora Carmen Monasterios, secretaria general de Sinditev.

Indica que el consumo de proteínas está por debajo del rango y la poca comida que llega a las escuelas no tiene nutrientes, lo cual incide en el aprendizaje.

“Es una angustia para los docentes ver a los niños que muchas veces llegan de su casa sin probar bocado y en la escuela tampoco se les suministra la alimentación necesaria para un sano crecimiento”.

Muchos representantes dicen que si compran una harina, no tienen para comprar el relleno. Esto pone cada día más lejos una alimentación balanceada.

Señala que los educadores se esfuerzan para que los niños tengan una buena educación, pero con hambre nadie aprende. “A veces ni ellos mismos tienen la comida en sus hogares y dan clases con el estómago vacío, pues en Venezuela comer ya es un lujo”.

Explica que es el sector más vulnerable de la población y hoy se ve atacado por la hambruna generada por las erradas política económica de este Gobierno, que está creando un futuro mal nutrido.

Escuelas sin comida

Jenny Regalado, secretaria ejecutiva de Sitravargas, manifiesta que cuando faltan solo unos días para terminar el año escolar, se contabilizan 32 centros educativos sin el programa de alimentación porque unos carecen de infraestructura y a otros les falta el equipamiento.

“El mismo cuento lo escuchamos durante todo el año y lo peor es que no solucionan, jugando con un tema tan sagrado como lo es la alimentación de los niños”.

Refiere que escuelas como la Sterling, Guiri Guiri, Ambrosio Plaza, Aguarito, Lazo Martí y Juan Aranaga son algunas de las afectadas por la situación.

“La mayoría de estos niños son de escasos recursos y hoy más que nunca se requiere de conciencia para que les llegue su comida”.

Recuerda que el Programa de Alimentación Escolar no está garantizando la alimentación balanceada a los alumnos y “hay casos donde les están sustituyendo el almuerzo por una meriendita”.

Bernardo Guerra, pediatra, explica que una nutrición deficiente en los niños puede acarrear graves consecuencias para su salud, entre las que destacan la afectación multiorgánica o multisestémica, enfermedades respiratorias y cardiovasculares, el favorecimiento de infecciones y dificultad en cicatrización de heridas.

Sostiene que un niño anémico no rinde, no se desarrolla, no crece ni logra progresar. “Por el camino que vamos, las próximas generaciones serán de hombres y mujeres de baja estatura”./jd

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