Diez familias abandonadas entre paredes de lata y techos rotos en Cervecería

Luis López.- En la parte alta de Cervecería, parroquia Maiquetía, la basura tiene más de cuatro meses que no la recogen, por lo que los vecinos optan por quemarla. Solo funciona uno de los tres jeeps que cubren la ruta, informó el vocero del consejo comunal del sector, José García.

Por su parte, Hernán Cabrera dijo que tiene 25 años en el sector y está cansado de asistir a cuanta reunión convocan. “Son las mismas promesas y el mismo cuento. Los del consejo comunal solo se abocan a trabajar cuando saben que hay dinero de por medio, porque jamás entregan cuentas. Aquí nadie se interesa por las condiciones de vida de las familias que tienen años esperando para mejorar su vivienda. Si no hay presión de los consejos comunales la ayuda no llega a los más necesitados”, comentó.

A pesar de haber estado un año como funcionario de la policía nacional, optó por dejar el cargo y dedicarse al oficio de mototaxista. “Siempre vienen a realizar censos, pero si no le hacen seguimiento los representantes vecinales todo queda en promesas y nosotros seguimos viviendo en situaciones precarias”.

Con paredes de tela, techo y piso roto, Cabrera dijo que hace 10 años su padre intentó levantar la estructura de bloque, pero lamentablemente los abandonó y el trabajo no fue terminado.

Crianza entre humildes viviendas

Más de un centenar de familias tienen niños entre uno y tres años, los cuales caminan entre pisos de tierra y las destartaladas estructuras de tabla, zinc y tela.

Doriuska Ramos dijo que tiene cuatro muchachos, y a sus 21 años debió levantar la humilde vivienda con su pareja, en vista que la casa materna fue vendida hace un año. “Aspiramos que la situación cambie. Mi pareja y yo estamos sin empleo y hacemos lo que se pueda para levantar a estos muchachos.

Para Jenny Mayora, madre de dos niños, la situación se le ha hecho aún más difícil, porque su esposo murió hace tres años y ha criado a sus muchachos con apoyo de los vecinos y de la familia. “Me entregaron unos materiales para mejorar la casa, pero me ha tocado a mi sola bregar y es poco lo que se ha avanzado. Todo se moja y la estructura de zinc está por desplomarse”.

Manifestó que la única ayuda que obtenía de Hijos de Venezuela, no la recibe desde el mes de agosto. Ahora depende de la caridad de la comunidad, familiares y lo que pueda hacer por su cuenta./ep

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