Colombia examina terreno para alto el fuego definitivo

El presidente Juan Manuel Santos quiere dar muestras de reciprocidad frente al cese el fuego unilateral de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), consciente de que tras 24 meses de conversaciones en La Habana, el tiempo se agota y es necesaria una «apurada» que conduzca al fin definitivo del conflicto armado.

Las condiciones sociomilitares aún no están dadas en Colombia para este importante paso, confiesan desde la Casa de Nariño, pero eso no implica que ya el tema no deba tocarse y es lo que a partir de ahora centrará los diálogos.

El Gobierno no quiere repetir los errores del pasado, cuando los alto el fuego en medio de negociaciones de paz sirvieron para fortalecer a la guerrilla. El panorama ahora es muy distinto y, como nunca, el proceso es irreversible al grado de que la oposición, liderada por el expresidente Álvaro Uribe, cambia sus trinos hablando de un «respeto a lo acordado».

Ambas delegaciones informaron este domingo sobre la reactivación, el próximo 2 de febrero, de la ronda 32 de los diálogos, y entre los punto a discutir está uno que es fundamental: «el fin del conflicto».

Este aspecto que se resalta en el Acuerdo General alcanzado para conducir las negociaciones, habla del «cese el fuego y de hostilidades bilateral», «la entrega de armas», «garantías de seguridad» e «intensificación de operaciones» contra los ejecutores de la violencia.

El general Óscar Naranjo, negociador de paz del Gobierno colombiano, ratificaba este domingo que las «condiciones para el cese el fuego aún no existen». «Será necesario la suspensión del reclutamiento de menores, el desminado… y el conocimiento de la verdad sobre lo ocurrido con miles de desaparecidos» como condiciones básicas para el cese bilateral, advertía Naranjo en entrevista al diarioEl Tiempo de Bogotá.

El reclutamiento de menores es el que luce como uno de los aspectos en que las FARC han fallado históricamente, aunque según Naranjo existe un compromiso de ellas para acabar con esta práctica criminal.

El 15% del total de los desmovilizados de las FARC entre 2002 y 2014 eran menores de edad, reveló el Ministerio de Defensa colombiano.

De momento, los negociadores seguirán concentrados en el arduo capítulo de las víctimas y las fórmulas de justicia transicional para los insurgentes. Por otro, una subcomisión más técnica avanza en el diseño del cese el fuego, la dejación de armas y la reincorporación.

Si el tema militar pesa, el político mucho más, íntimamente conectados en un país como Colombia. Este es un año electoral y Santos busca aprovechar la fecha para refrendar lo que se convenga y a la vez montar a sus aliados políticos en departamentos estratégicos.

«Las elecciones de autoridades locales, tanto alcaldes, diputados a las asambleas departamentales, gobernadores y consejos municipales tienen lugar en octubre de 2015. Creo que ese es la fecha límite, pues de ser así es la oportunidad para refrendar los acuerdos», comenta a El Universal Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos.

«Veremos mayor celeridad porque también hay una agenda electoral en camino, donde para junio debe tenerse definida la estrategia», dice Restrepo.

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