Chofer de avance sin empleo asesinó al transportista Joel Ramos para robarlo

El conductor de bus Joel Ramos, de 44 años, fue hallado sin vida la madrugada de este martes en su vivienda en la calle principal de Tanaguarena, Caraballeda. 

Andrés Goncalves informó que el suceso se produjo a las 3:45 de la madrugada, cuando Manuel Estevez Oropeza tocó a la puerta de Ramos y este lo recibió normalmente, porque ambos trabajaban juntos. Ramos como chofer y Estevez como colector a destajo o chofer de avance, aunque por la situación económica, estaba temporalmente sin trabajo. 

El hombre le inventó cualquier cosa para tocar a esa hora, habitual para algunos transportistas, y Ramos, que lo conocía bien, le franqueó la puerta. 

Pero, Estevez, quien vivía a apenas dos casas por el medio de Ramos, estaba desesperado por no tener ingresos y había maquinado algo: asaltar a Ramos en la madrugada, cuando se disponía a salir a trabajar y quitarle todo el dinero que había hecho en su bus. A pesar de que Ramos estaba allí con su esposa y su familia, el hombre le asestó una puñalada para matarlo sin generar ruidos y poder llevarse el dinero y objetos de valor. Sin embargo, Ramos era un hombre fuerte e intentó defenderse. Entonces, Estevez sacó un revólver y le disparó varias veces.

Luego el asesino confesaría que estaba desesperado porque no conseguía trabajo, pues los dueños de busetas están manejando ellos mismos sus unidades, para obtener más ingresos y han desechado el sistema de alquilarlos a los avances. 

Por eso planificó bien el crimen, y a sabiendas de que Ramos lo identificaría, iba dispuesto a matarlo con el cuchillo o con el revólver, pero iba a asesinarlo para quitarle el dinero, sin importar que eran vecinos y los años que tenían conociéndose y trabajando juntos. 

Informados del suceso, funcionarios de la Secretaría de Seguridad Ciudadana se movilizaron a Tanaguarena y, en conjunto con efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), se empezaron las labores de búsqueda y captura del asesino. 

La investigación de campo condujo a un factor clave: una cámara de seguridad que captó el momento en el que el asesino tocó suavemente a la puerta de la casa del propietario de la buseta. 

Allí estaba un hombre que con absoluta sangre fría había acompañado a los policías durante toda la mañana e incluso se sentó al lado de los jefes policiales. 

“Ese tipo es… ¡Este…!”. 

¡Insólito!

Manuel Estevez Oropeza, conductor de buses como avance y vecino de Ramos, estuvo allí todo el tiempo, como si nada. 

Andrés Goncalves lo detuvo y lo conminó a que se defendiera de la sospecha, pero la filmación lo puso contra la pared y confesó haber cometido el crimen. 

Ramos era transportista y pertenecía a la línea que cubre la ruta de Caribe-Camurí Grande, llamada Los Caribes, conocida porque sus miembros son muy solidarios. Él era popularmente conocido por sus amigos, vecinos y familiares como “Doble Cara”.

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