Centro Luso Venezolano celebró el centenario de la Virgen de Fátima

 

-Como ofrenda llevarán mañana 100 platos de comida al relleno sanitario

“En estos tiempos de desconcierto e incerteza por nuestro panorama político y nacional, Jesús nos llama a la fe, a la confianza y a la apertura”, estas fueron las palabras pronunciadas por el padre Alfredo Bustamante, custodio de la imagen peregrina internacional de la Virgen de Fátima, en la misa por los 100 años de su aparición celebrada en el centro luso venezolano.

Manifestó que Nuestro Señor nos llama a una actitud activa que, dejando a un lado todo temor y nostalgia de tiempos pasados, se pone a la tarea de discernir el modo de responder a los problemas reales de nuestro tiempo para que, en fidelidad al Espíritu, seguir construyendo el templo de Dios en el que los hombres y mujeres de hoy puedan encontrar su lugar y, mirando al Hijo, puedan ver al Padre.

“Nos hemos congregados en este lugar para conmemorar lo sucedido hace cien años, donde la Virgen se aparecía en la localidad portuguesa de Cova da Iria a tres niños de condición muy humilde, cuyo oficio era pastorear ovejas”.

El presbítero Bustamante reflexionó sobre la liturgia de la Palabra. Dijo que el tono luminoso de los primeros domingos de Pascua cede en este domingo de modo sorprendente a una atmósfera algo apesadumbrada, incluso triste.

“El Evangelio recoge palabras de los discursos de despedida de Jesús antes de la Pasión, que en el contexto de la Pascua se entienden como preparación para la Ascensión, es decir, para la desaparición física de la presencia de Jesús entre sus discípulos.”

Comentó que la nostalgia puede convertirse en una mala consejera, pues genera turbación, desconfianza y miedo al incierto futuro. Sin embargo, Jesús nos exhorta a la confianza en Dios y en Él mismo. Nos anima a no dejarnos vencer por el desconcierto o el temor a mirar hacia adelante, y a hacernos al camino que él ha abierto para nosotros. Pero, nosotros, paralizados por el miedo, respondemos que no vemos el sentido y la meta, que no sabemos qué hacer, ni para dónde ir.

“Si decimos que no sabemos el camino, que no sabemos qué hacer, que no sabemos por dónde ir, es que no sabemos ni conocemos a Cristo porque Él mismo es para nosotros camino: ‘quien dice que permanece en él, debe vivir como vivió él’ (1 Jn 2, 6)”.

A prepararse espiritualmente

Antes del inicio de la celebración eucarística, los niños del centro luso representaron a los pastorcitos y la Virgen, quien llevaba las Sagradas Escrituras en las manos para la entronización de la Palabra.

Después de la homilía, en las intenciones se hizo un minuto de silencio por las madres vivas y difuntas, especialmente por nuestra madre Venezuela. El padre, acompañado con las notas musicales de las canciones “Venezuela” y “Una Madre nunca deja de rezar” a cargo del Ministerio de Música, exhortó a los asistentes a la cordura y reflexión. Imploró por la intersección de la Madre del Cielo por el país.

En las ofrendas nuevamente se hicieron presentes ante el altar los 100 platos de comida que la comunidad lusitana entregará mañana a los que hacen vida en el relleno sanitario de Santa Eduviges. En el momento de la consagración, se cruzaron las banderas y se entonaron los himnos de Venezuela y Portugal.

El padre Bustamante agradeció el apoyo de los colaboradores de la preparación de la llegada de la imagen peregrina el 21 de abril. Así como el gran esfuerzo que están haciendo para llevar los 13 de cada mes las 100 comidas. “Ese es el mejor regalo que se le puede hacer a la Madre de Dios”.

Los animó a prepararse espiritualmente en actos marianos en las parroquias con motivo de la peregrinación de la imagen de la Virgen de Fátima que estará en Vargas los días 10, 11, 12 y 13 de agosto.

La noche fue clausurada con bailes folklóricos y un compartir familiar con la asistencia de unas dos mil personas.

 

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