Cabrera encabeza la nueva etapa de los Tigres

 

*  El toletero criollo es la piedra angular de un equipo en reconstrucción

 

Tantas temporadas con la filosofía de ganar ahora con contrataciones desmedidas finalmente dejaron a los Tigres de Detroit en una situación inusitada: un roster en remodelación.

En el recuerdo ha quedado el equipo que ganó el título de la División Central de la Liga Americana en cuatro años seguidos entre 2011 y 2014. Los Tigres acabaron con el peor record de las Mayores la pasada temporada con 64-98.

Al tocar fondo, el gerente Al Ávila procedió a canjear a varias de las mejores piezas como Justin Verlander, J.D. Martínez, Justin Upton e Ian Kinsler.

No le renovaron el contrato al manager Brad Ausmus al finalizar la campaña y decidieron reemplazarlo con el experimentado Ron Gardenhire.

La única de sus súper estrellas que permanece es Miguel Cabrera, pero el venezolano, que cumplirá 35 años en abril, viene de la peor temporada de su carrera. Cambiarlo a otro equipo es una utopía debido a su enorme contrato restante de 184 millones de dólares hasta 2023.

Cabrera no se desanima. «La diferencia es que todo el mundo anticipa que nos irá mal», dijo Cabrera. «Antes, la expectativa era que íbamos a ganar. Vamos a tener que cambiar eso. La actitud debe ser: podemos ser un buen equipo, pueden subestimarnos, pero podemos dar pelear. No estoy diciendo que vamos a los playoffs, pero hay que intentarlo. Hay que intentarlo y tener el orgullo de hacer el intento».

Dos discos herniados en la espalda conspiraron en contra de Cabrera el año pasado, en el que bateó para .249, 16 jonrones y 60 carreras impulsadas. Su porcentaje de slugging se desplomó 164 puntos para quedar en .399. Vio rota una seguidilla de siete convocatorias al Juego de Estrellas.

Cabrera dijo que las molestias afectaron su mecánica de bateo, mermando su poder. Ahora, insiste que se ha recuperado con una nueva rutina de ejercicios para ser más flexible en sus desplazamientos.

Los Tigres no esperan que Cabrera vuelva a ser el bateador que ganó dos veces el premio al Jugador Más Valioso al comienzo de la década, mucho menos el que completó la triple corona de bateo en 2012. Pero cualquier repunte permitiría que los Tigres sean respetables, y de repente despertar el interés de otros equipos.

«Tengo que mejorar porque tenemos a mucho jugador joven y tengo que rendir para dar el ejemplo y ganar», afirmó el venezolano.

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