Llamado a participar en las elecciones regionales

Mons. Raúl Biord

Ante las elecciones regionales, hay argumentos de peso para participar o no, pero la simple abstención no resuelve nada. La decisión a conciencia la debe tomar cada persona, sabiendo que forma parte de la propia responsabilidad ciudadana. Que cada uno tenga la libertad para votar o abstenerse sin descalificar a unos y a otros. El objetivo no son las elecciones, sino mejorar la calidad de vida de todos los venezolanos, especialmente de los más pobres.

Hay la posibilidad que en estas elecciones emerjan y se consoliden nuevos liderazgos regionales y locales. Es necesario recuperar y afianzar la fuerza del espacio y del poder local. La centralización no deja avanzar a las regiones a su propio ritmo. Se necesitan en nuestro estado numerosas iniciativas educativas, culturales, sociales, productivas, empresariales. Esto solo será posible con liderazgos más cercanos a la gente y a la realidad de cada comunidad.

La importancia que tiene un proceso de elección regional está en que quienes salgan electos puedan asumir una responsabilidad política y democrática de integración y no de exclusión, de amistad social y no de enemigos, de oportunidades y no de cierre de caminos; que tengan la capacidad ética y la idoneidad de manejar los presupuestos del Estado o del Municipio de tal forma que los recursos lleguen a los destinatarios y no se queden en las trochas perversas de la corrupción y malversación; que sean capaces de dialogar con todos los sectores, principalmente los más pobres y excluidos, para ser puentes en la resolución de sus problemas.

Urge que nos convoquemos todos, sin exclusión, para elaborar un pacto social inclusivo en nuestro estado, que favorezca un desarrollo integral, garantizando las condiciones para una inversión que produzca los bienes y servicios que necesitamos. Habrá que plantear con mayor fuerza la creación de nuevos municipios. No tiene sentido que haya un solo municipio en todo el estado, pues con frecuencia se solapan las competencias desdibujándose la identidad de ambas estructuras. Las autoridades municipales deben estar más cerca de la gente y esto implica tener nuevos municipios, pues el estado es muy grande y con frecuencia las comunidades más lejanas no reciben la suficiente atención.

La simple abstención no conduce a nada. Si queremos que algo cambie, se requiere una propuesta concreta, comunitaria no solo personal, recuperar lo político como lugar de participación, despertar la conciencia ciudadana para el ejercicio de los derechos democráticos. Es momento para la esperanza, pues, si cada uno pone lo mejor de sí, lograremos la añorada reconstrucción nacional para que Venezuela sea hogar para todos: los que tienen propuestas diferentes, los que piensan distinto, los que estamos aquí y los que están fuera. Las elecciones son importantes, ¡Depende de todos nosotros!

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