Yunior García: Si nos quedamos en Cuba nos decapitan
Luego de salir abruptamente de Cuba, el opositor Yunior García narró lo que el régimen de Miguel Díaz-Canel le hizo vivir tras convertirse en un líder de la disidencia: fue víctima de acoso, hostigamiento y atropellos que le hacían temer por su vida y por la de su familia.
Asegura que fue amenazado por la Fiscalía, organismo que le llamó para hacerle saber que se le acusaría por delitos que le llevarían una pena de dos décadas.
Después de haber sido amenazado por la Fiscalía, su casa amaneció con palomas decapitadas, hecho que le llevó a augurar que «si nos quedamos en Cuba nos decapitan. Nos hemos visto mi esposa y yo reflejados en esas dos palomas que decapitaron frente a la puerta de mi casa», dijo el líder de la organización Archipiélago en declaraciones a medios de comunicación.
Dijo que ese hecho fue orquestado por la seguridad del Estado para atemorizarlos y detalló que su casa fue permanentemente vigilada por agentes que cuidaban sus pasos: “No me dejaban salir, cuando tenía que buscar comida en las cercanías de mi casa iba un agente delante y otro detrás.
Narró que sus familiares también fueron víctimas de la persecución: su cuñado fue expulsado de la residencia donde vivía junto a su hijo de dos años, funcionarios fueron hasta el trabajo de su suegra para “molestarla, amenazarla y sacarle información”, su esposa recibió amenazas de ser despedida en la escuela de cine donde trabajaba.
“En los últimos tiempos si he dormido dos horas diarias es mucho porque es demasiado el acoso. Yo no sé a cuántos años me iban a condenar, pero la estrategia del régimen era mantenerme preso en mi casa sin internet, sin acceso a teléfono, sin visitas de amigos, totalmente incomunicado y silenciarme. Y lo único que tengo es mi voz”.
Recordó que cuando insistió en marchar contra el régimen cubano, sabía que tenía una responsabilidad con la gente, pero temía que la protestas terminaran en un baño de sangre. “Los simpatizantes del régimen publicaban a diario fotografías con palos en las manos diciendo que golpearían a los ‘gusanos’ si se atrevían a marchar”, dijo.
Denunció que “existía la posibilidad de que el régimen vistiera a la policía de civiles para aparentar que era el pueblo enfrentando al propio pueblo” y reprochó que Díaz-Canel lanzara una orden de combate el día 12 de julio, que a su juicio, fue el acto más irresponsable que se ha visto en los últimos tiempos en la política latinoamericana, donde el presidente del país llamó a una parte del pueblo a masacrar a la otra. Después el presidente el dijo que no existe la separación de poderes y ese día estaba matando el concepto de Estado de derecho y de República.