Venezolano dirigió desarrollo de PCR en saliva en Nueva York

El microbiólogo venezolano Alberto Paniz Mondolfi, del Hospital Mount Sinai de Nueva York, dirigió el desarrollo de un nuevo método de PCR en saliva para detectar el covid-19, que resulta más fiable y menos incómodo que el hisopado orofaríngeo.

El estudio permitirá el regreso a las escuelas en Nueva York

“Junto a mi equipo llevamos meses en el laboratorio desarrollando una prueba diagnóstica para covid-19 en saliva, optimizándola y estandarizándola de modo tal que no haya que hacer hisopados nasofaríngeos o nasales que son muy incómodos para los niños”, dijo a El Nacional.

“Esto lo hicimos con mucho tesón, disciplina y ánimo; y lo mejor, a costos muy bajos. Pero aunque debería estar feliz, no lo estoy, porque pienso que pude haberlo hecho en mi país (Venezuela). Pudiéramos estar abriendo las escuelas ahora para que los niños volvieran a sus clases. También pudiésemos estar dándole a cada venezolano la prueba que merecen para su monitoreo, pero lamentablemente Venezuela no se deja”, manifestó.

Paniz Mondolfi fue uno de los expertos que descubrió cómo el coronavirus ataca el cerebro. También estudió una de las mutaciones del virus en Venezuela; además, preside en el país la Incubadora Venezolana de la Ciencia y el Instituto de Investigaciones Biomédicas IDB. Actualmente es profesor asistente de Patología y Medicina molecular y celular en la Facultad Icahn de Medicina del Mount Sinai.

13 mil estudiantes de Nueva York sirvieron de piloto para que Paniz Mondolfi y su equipo avanzaran eficientemente en el desarrollo de la PCR en saliva.

Se trata de que los niños, sin límite de edad, escupan  en un recipiente plástico estéril para su estudio. Este procedimiento realizado en el Mount Sinai no excede los 30 dólares para las escuelas públicas de la ciudad. Normalmente una prueba PCR en Nueva York tiene un costo de entre 75 dólares y 200 dólares.

Reapertura escolar

Además, el estudio también sirvió para que el experto comprobara que la tasa de infección en las escuelas públicas y privadas de la ciudad es muy baja (0,4%).

“Se creía que los niños constituían un epicentro de transmisión comunitaria, pero se determinó que es falso. Nuestros hallazgos derriban el mito de que las escuelas sirven de amplificadoras a la transmisión comunitaria”, indicó.

Paniz Mondolfi manifestó que, gracias a los esfuerzos de las personas involucradas en este avance, Nueva York contará con la pronta reapertura del sistema de educación pública más grande del mundo.

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