“Se agudiza la situación en los retenes de La Guaira”

Maikel Oropeza, defensor de derechos humanos y especialista en Derecho Penal, ve con preocupación el hacinamientos y el déficit nutricional y sanitario en los centros de detención preventivos de La Guaira, situación que se agudiza por la cuarentena obligatoria decretada por la llegada del Covid-19.

Los familiares de los reclusos viven un calvario
Sostiene que a las afuera de estos centros de reclusión las familias, que a diario van de visita, viven otro calvario para garantizar un plato de comida a sus parientes. «Ellos están invisibilizados como la propia población reclusa».

Oropeza destaca que se hizo una inspección en los retenes de Macuto y Caraballeda, donde se presenció las irregularidades, sobre todo cuando el Ministerio Penitenciario dice que todo está marchando con normalidad.

«Uno va a cualquier lugar de reclusión y no es así. Allí se ve una situación de decadencia, trato cruel e inhumano tanto al privado como a los familiares, e incluso, recibimos una denuncia de la madre de un detenido, quien corroboró lo que sucede y que además es una constante».

«La salud está en riesgo»

Refiere que en estos centros policiales, los privados de libertad no están siendo atendidos a nivel sanitario e incluso a nivel de tribunales. «Hay varias órdenes de traslado a hospitales, pero supuestamente no se cumplen por parte de los efectivos».

Precisa que familiares le informaron que las autoridades les cambian las horas para recibir las comidas, y que además se las entregan días después cuando están malas, ante esto, han hablado con los superiores, pero se resuelve solo por pocos días./jd

José Ángel Maicabares

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