Ya firmó su carta de renuncia
El papa Francisco reveló por primera vez en una entrevista el domingo que firmó una carta de renuncia hace casi una década en caso de que su mala salud le impida desempeñar sus funciones.
El sumo pontífice, que cumplió 86 años el sábado, ya había dicho que renunciará al papado en caso de que problemas de salud le impidan hacer su trabajo. “He firmado ya mi renuncia en caso de impedimento médico”, dijo en una entrevista al diario español ABC.
El papa explicó que firmó la carta y se la entregó en 2013 al entonces secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, antes de que este se jubilara.
El vicario de Roma tiene dificultades para caminar por un problema inoperable en la rodilla. El dolor crónico de rodilla de Jorge Bergoglio lo ha obligado a utilizar una silla de ruedas desde mayo y ha provocado el aplazamiento de varios viajes en los últimos meses. El estado de salud del papa Francisco es objeto de numerosas especulaciones porque, debilitado por sus dolores, dejó “abierta” la posibilidad de renunciar un día a su ministerio.
En una entrevista en julio reconoció que necesitaba bajar el ritmo. “Creo que a mi edad y con esta limitación, tengo que preservarme un poco para poder servir a la iglesia. O, alternativamente, pensar en la posibilidad de dar un paso al costado”, dijo entonces.
El predecesor de Francisco, Benedicto XVI, renunció en 2013 por problemas de salud. Ahora vive en la Ciudad del Vaticano.
En la entrevista, también se refirió a la salud del Papa emérito, a quien dijo que visita con frecuencia. “Tiene buen humor, está lúcido, muy vivo, habla bajito pero te sigue la conversación. Me admira su inteligencia. Es un grande”, apuntó.
Respecto a la invasión rusa en Ucrania, y sus múltiples pronunciamientos contra la guerra, expresó: “Hacemos lo que podemos. No hacen caso. Lo que pasa en Ucrania es de terror. Hay una crueldad enorme. Esto sí que es gravísimo. Y es lo que continuamente denuncio”.
Francisco dijo que el presidente Volodimir Zelensky le ha enviado tres veces a sus asesores religiosos, y expresó que está en contacto para recibirlos y enviar ayuda.
Pero no se mostró optimista sobre un desenlace próximo. “No veo un final a corto plazo porque es una guerra mundial. No olvidemos esto. Ahí ya hay varias manos metidas en la guerra. Es mundial”, consideró.