Vizquel: Los números están ahí
Por ahora está en el Salón de la Fama Latino, pero Omar Vizquel al menos ya está haciendo ruido para cuando dentro de dos años su nombre aparezca en la boleta rumbo a Cooperstown, el templo de los inmortales de la Grandes Ligas.
El ex campocorto criollo, actual coach de primera base de los Tigres de Detroit, también se ilusiona con la posibilidad de ser manager algún día, en las Mayores y en Venezuela.
A la hora de sopesar su carrera, se le mide no sólo por los 11 Guantes de Oro, sus 2.877 hits y una longevidad que es materia de mitos y estudio de parte de los torpederos más jóvenes. Y es que Vizquel es una universidad del beisbol hecha carne y hueso.
¿Qué sentiste cuando te eligieron para el Salón Latino?
Un orgullo muy grande, porque aquí están muchos de los mejores que han pasado por las Grandes Ligas, además estoy con un grupo muy selecto. Basta repasar los nombres para sentirse en buena compañía.
¿Te parece este premio como un preámbulo positivo rumbo a Cooperstown?
Me faltan dos años para entrar en esa elección, pero me hace feliz ver como la gente menciona mi nombre, compara mis números con los de Luis Aparicio. A mí no me gusta hablar de eso. Los números están ahí. Creo que tuve una carrera bonita, ejemplar y espero que los votantes puedan nombrar a Omar Vizquel en sus papeletas.
En la boleta de 2017 sobresalen a simple vista Chipper Jones y quizá Jim Thome.
No hay muchos campocortos, tal vez eso me pueda ayudar’.
¿Qué recuerdas de tus tiempos en con el Caracas?
Esa fue mi escuelita, mis raíces. Allí lo aprendí todo. Empecé temprano con 17 años y al lado de peloteros de Grandes Ligas que me enseñaron a jugar el deporte como era debido. Cuando llegué a las Mayores ya yo sabía cómo actuar. Eso me ayudó bastante’.
¿Cómo lograste permanecer en la élite de tu posición durante tanto tiempo?
Lo principal es mantener el cuerpo ágil, crear un programa que te ayude a desplazarte de un lado hacia otro. Con el tiempo el cuerpo se hace más lento y debes buscar un ajuste, solo así pude ganar dos Guante de Oro con San Francisco a los 38 y 39 años, ese es uno de los logros que más me enorgullecen en lo personal’.
¿A quién seguías más en el campocorto?
El que más llamaba mi atención era David Concepción. A él lo vi jugar en Venezuela, y cada vez que iba a Caracas mi padre me llevaba a verlo para que aprendiera sus movimientos.