Varguenses sustituyen fármacos con plantas medicinales

*Antihipertensivos no se consiguen,  y cuando aparecen, no bajan  de 1.600.000

Un repunte en la venta de hierbas medicinales se registra en Vargas en vista de la baja disponibilidad de fármacos para tratar enfermedades como la hipertensión, y los altos costos que tienen cuando aparecen en las farmacias.

Así lo afirma César Galuán, desde Las Tres Potencias, una tienda de plantas medicinales cuyas ventas se dispararon este año. “Las ventas han aumentado mucho, sobre todo de malojillo, porque sirve para la hipertensión cuando se combina con romero; la gente no puede comprar antihipertensivos en la farmacia”, afirmó.

Agrega que en el Mercado Municipal de Maiquetía, donde se ubica la tienda, “tenemos de todo: salvia y zarzaparrilla para la circulación, malva y tuatúa para la próstata, y ortiga para las infecciones”. Afirma que estas plantas se consumen como infusión para tratar afecciones.

Por su parte, Bernardo Ponce, quien en la calle Real de Maiquetía vende hierbas cultivadas por él mismo, asevera que las ventas se han incrementado al menos en 50% este año. Ponce vende valeriana y manzanilla para tratar la hipertensión, así como cadillo de perro, cola de caballo, saca piedra y melón de monte para tratar afecciones renales. Cada una por 10.000 bolívares.

Disponibilidad  y costos de fármacos

Un varguense hipertenso que devengue salario mínimo debe decidir si comer o adquirir sus medicamentos, ya que el tratamiento de un mes para esta enfermedad supera el sueldo mínimo.

En la farmacia San José de Maiquetía el costo de la caja de 14 pastillas de Nefrotal, un conocido fármaco para la hipertensión, asciende a 1.800.000 bolívares, mientras que el Irbesartan cuesta dos millones por cada 10 pastillas.

Los precios son apenas más bajos en la farmacia La Rosa Mística, donde el Losartan de 10 comprimidos, otro antihipertensivo, cuesta 1.680.000.

Gladys Hernández, de la farmacia La Rosa Mística, informa que tampoco tienen ningún medicamento para la diarrea, vómitos, dengue, ni amibiasis. Además, “tenemos más de un año sin gotas para pacientes con glaucoma. Ninguno de esos medicamentos para los ojos nos ha llegado”. Y agrega que desde hace al menos tres meses no reciben fármacos para la osteoporosis.

Antibióticos por  las nubes

Hernández señala que el antibiótico amoxicilina de 750 miligramos cuesta 5.659.384 bolívares en su presentación pediátrica, mientras que el fármaco para adultos cuesta 3.452.000. La Ciprofloxacina de 10 comprimidos, cuesta 3.205.000; y la caja de seis pastillas, 2.575.000.

Más de una quincena cuesta  curar una gripe

En 760.000 se ubica el antitusígeno oxolamina en la farmacia San José, como lo señala Greislyn Arteaga, quien agrega que el jarabe Jengimiel cuesta 600.000 bolívares. Mientras tanto, el Teragrip Forte de seis sobres se consigue en 852.000 bolívares en La Rosa Mística.

El Atamel Forte está en un millón de bolívares en la farmacia San José, aunque en La Rosa Mística se consigue en 774.000.

La alternativa  natural

Cada vez son las personas que acuden a la tienda naturista Oriagrama a preguntarle a María Da Silva con qué productos pueden combatir sus dolencias, ya que los precios en las farmacias son demasiado elevados. Sin embargo, las ventas no aumentan en vista de que los precios son similares a los de los fármacos y “la situación económica está demasiado fuerte para la mayoría de las personas”.

En su tienda, productos naturales para la circulación tienen un costo de entre 1.500.000 y 1.800.000 bolívares, mientras los jarabes para la tos se ubican entre 950.000 y 1.400.000.

Por su parte, Winston Quiroz, quien también vende productos naturales en Maiquetía, confirma que las ventas no aumentan, pero se lo atribuye a que la inflación afecta el inventario: “Tenemos poco inventario porque cuando vamos a comprar productos con el dinero de las ventas, ya no alcanza. Entonces cada día se puede comprar menos mercancía, menos variedad”.

“Es un retroceso  de un siglo”

El miembro de la Federación Médica y dirigente de Acción Democrática, doctor Bernardo Guerra, calificó el incremento de la compra de hierbas como un “retroceso de un siglo en la salud venezolana”.

Agrega que “se está acudiendo a la medicina natural no porque se crea que funciona, sino porque no hay otra alternativa. El venezolano está tratando de subsistir, de preservar la vida como sea”.

Subrayó que actualmente el país es referencia negativa en el tema de salud: “Tenemos los mayores índices de paludismo, malaria, sarampión y difteria; estas dos últimas enfermedades desaparecieron hace más de 15 años. Esto significa que Venezuela está atravesando una especie de túnel del tiempo que nos ha llevado un siglo atrás”.

Sin equipos  para diagnóstico

Guerra destacó que hay “fallas graves” en equipos de diagnóstico e informó que los diagnósticos se están realizando solo con examen físico y tomando en cuenta lo que expresa el paciente y sus antecedentes médicos.

“En la mayoría de los casos no hay exámenes de laboratorio, tomografía, rayos X… exámenes que deben hacerse para tener un diagnóstico acertado”, indicó.

A la crisis del gremio se suma -dice Guerra- los salarios de hambre que tienen los médicos, que “solo alcanzan para medio comer. Esto ha causado un éxodo de profesionales de la salud, que pone en alerta roja al gremio, ya que no hay insumos, no hay equipos, y además, nos estamos quedando sin el recurso humano”./CH

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