Todo se moja y no hay cómo mejorar esto

Juan Viloria, está en la humilde vivienda con otro familiar desde el 2007. A su edad, le es difícil encontrar empleo, por lo que depende de lo poco que percibe por su pensión. Dijo que todo el techo de la humilde casa está roto, pero no tiene cómo sustituirlo.

Hizo referencia a que las paredes también presentan grietas. “No hemos recibido ninguna visita, y menos aún apoyo. Todas las ayudas están congeladas para este lugar”.

Por su parte, Zuleima Gómez, con cuatro hijos que van desde los dos hasta los siete años de edad, dijo que se cansó de esperar por apoyo de las autoridades. “Los roedores se montan en las ollas y recorren todo el rancho, porque estamos cerca de la quebrada que desde hace años no se limpia”.

Reiteró que en un pequeño cuarto convive con su esposo e hijos. Al lugar llegó hace siete años y hasta la fecha no ha recibido apoyo./LL/ar

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