Temen morir aplastados en torre B de Vista al Mar
El año pasado Defensa Civil y Bomberos durante la inspección les informaron a las 30 familias que los apartamentos están en alto riesgo
Laura De Stefano
“No queremos ser nuevamente damnificados”, fue la expresión de angustia de una de las residentes de la torre B de la urbanización Vista al Mar en Arrecife, Catia la Mar, donde 115 personas temen no solo perder sus apartamentos, sino morir bajo los escombros porque la infraestructura de un momento a otro podría colapsar.
Balcones y pisos desnivelados, vigas oxidadas sostenidas por tubos igualmente carcomidos por el salitre, cables eléctricos expuestos, bloques desprendidos y un sinfín de fallas estructuras presenta este complejo habitacional construido después de la tragedia de 1999. En total son 4 torres de la primera etapa: A,B, C y D, pero las más críticas son la B y D.

En la torre B viven 30 familias, de los cuales 60 son adultos, 25 de la tercera edad y 30 niños. Carolina Trujillo, una de las habitantes del lugar, hizo un llamado tanto al Gobierno nacional como regional porque ellos están en alto riesgo.
El año pasado Defensa Civil y los Bomberos realizaron una inspección e informaron que la infraestructura está en alto riesgo e incluso unos ingenieros que fueron anteriormente al complejo habitacional les dijeron que no valía la pena meterle dinero. “Tenemos ya 25 años viviendo aquí. El Gobierno nos dio estos apartamentos porque somos damnificados de la tragedia de Vargas y estamos a la espera de una respuesta”.
Se cae a pedazos
Relataron que todos los días escuchan cuando se cae un pedazo de bloque y hace unas semanas tembló la escalera. “Nosotros en una oportunidad reunimos dinero para el mantenimiento, pero como está la situación tampoco ayuda. Hay cosas que se nos escapan de nuestras manos, que no podemos reparar”.
A esto su suma el salitre que ha hecho mella con las puertas y ventanas. Por ejemplo, las puertas del cajetín desaparecieron por el óxido, dejando expuestas las conexiones eléctricas en un área donde juegan los niños. Incluso el portón del edificio no existe y los pasillos están oscuros por las filtraciones.
Manifestó que están sobre una bomba de tiempo, porque la escalera está cediendo, dentro de los apartamentos hay filtraciones y se están agrietando. “Queremos que se acerquen, vean lo que está pasando y manden los ingenieros. Que nos den una respuesta, si se puede recuperar o que nos reubiquen”./jd