Se nos fue el dinámico José Luis Bolívar

El ambiente festivo del torneo de fútbol sala (Copa Cristal Mar) que se desarrolla en el domo del Polideportivo José María Vargas se enlutó este miércoles con la terrible noticia del fallecimiento de uno de los hombres infaltables en este tipo de eventos: José Luis Bolívar.

El homenaje para tan significativa figura de esta disciplina era inevitable. Sus compañeros, liderados por Lenín Gil, con quien hizo dupla para movilizar la comisión de árbitros de nuestro estado, le rindió 30 segundos de aplausos ante cada uno de los partidos programados de la jornada, y eso retumbó en los espacios en los que siempre compartió y disfrutó junto a su silbato.

Si a los que no lo conocían le dicen que tenía 71 años y su deceso fue por complicaciones de salud, quizás pudieran decir que era inevitable, pero a los que lo conocimos tenemos otro enfoque por sus características especiales sobre la base de dos elementos: en primer lugar por la fortaleza y dinamismo que aún mostraba, y en segundo lugar, por la forma especial que ejercía sus funciones.

No fue profesor de educación física ni jugador de alto rendimiento pero desde sus inicios en el deporte de calle, las caimaneras en la redoma de Catia la mar, le hicieron crecer su pasión por esa actividad que antes se llamada: futbolito luego fútbol de salón y hoy, fútbol sala, pero siempre con sentido de formar a la gente y en especial a los niños y jóvenes.

José Luis, asumió el rol de árbitro con verdadera disciplina de lo que significaba serlo. Era uno de los pocos colegiados que hacía un calentamiento previo para pitar, y eso fue hasta último momento, al punto que se preocupaba por sus condiciones físicas, siendo frecuente cliente de gimnasios hasta que sus limitaciones de salud se lo impidieron.

Y en su rol en cancha, era un catedrático, sobretodo con los más pequeños. Paraba el juego, llamaba al infractor y le explicaba el por qué de su falta. Todos estos procedimientos se les inculcaba a sus discípulos, que fueron muchos.

Fue un instructor eterno en el arbitraje, coordinó con otra figura del arbitraje de la región, profesor Lenín Gil, para impulsar ese departamento en la Asociación de fútbol del estado Vargas, hoy La Guaira, con lineamientos federativos.

Por todo esto, debemos reconocer su amplia trayectoria, la cual se inició y se mantuvo por 40 años. No había un evento de esta disciplina donde no estuviera involucrado llevándose a altos niveles y en cualquier horario, diurno o nocturno, en ello debemos recordar sus exitosos torneos empresariales con participaciones de las grandes empresas regionales.

Nuestro transitar humano, siempre tendrá este desenlace al que no nos resignamos pero debemos entender. Se nos fue un guerrero del deporte y de la vida cuyo legado quedó sembrado en sus discípulos. Hasta siempre José Luis y tranquilo que tu semilla arbitral florecerá eternamente porque supiste regarla. /GG

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