Hay que hacer una campaña permanente
para prevenir el abuso infantil
- Ya es un problema de salud pública y hay que actuar
José Ángel Maicabares
El abuso sexual es una de las formasmás graves de violencia contra la infancia y conlleva efectos devastadores en la vida del niño, niña, adolescente, en tal sentido, es necesario educar a la población en cuanto al tema, involucrando al docente, padre, representante.
Es cierto que hablar del abuso sexual es incómodo, difícil y por este motivo se silencia y se oculta tanto desde la familia, como desde las instituciones, para no generar alarma.
“Es necesario que todos hablemos con los niños y jóvenes sobre el abuso sexual y la simulación de este delito, que con preocupación va también en aumento. Considero que educar y alertar a población es la clave para erradicar este delito”, expresa Francis Prieto, enfermera forense y especialista en Seguridad Ciudadana.
“Es un problema de salud pública”
Prieto, quien mantiene una campaña en contra del abuso infantil desde hace 3 años, sostiene que desde hace mucho tiempo el Estado no da a conocer las estadísticas de los delitos, y menos del abuso infantil, en las zonas vulnerables del país.
Con la pandemia y el confinamiento en los hogares, la violencia de género ha tenido dos graves expresiones: En los años 2020 y 2021 pudo establecerse un importante incremento en las violaciones en todos los grupos etarios de la niñez y juventud en comparación con el año 2019, así lo reflejó el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), en su balance de violencia, para el 2021.
De acuerdo a la OVV, la cifra pasó de 60 casos registrados, en 2019, a 219 hechos relacionados con la violencia sexual en niños, niñas y adolescentes durante 2021.
Aunque este es un delito muy difícil investigar debido a la vergüenza que puede acompañarlo, es muy notorio el crecimiento de los casos y en particular de las víctimas adolescentes entre 12 y 17 años. Para 2021, el OVV registró 101 víctimas de abuso y violencia sexual entre 12 y 17 años; 35 de las víctimas eran niños entre 0 y 11 años de edad.
“Como especialista en Seguridad Ciudadana, considero que este delito ya es un problema de salud pública, porque cada día va en aumento, a esto se le suma la trata de menores, quienes son sacados a otros países donde se les convierte en esclavos sexuales, sometiéndolos a la explotación sexual, incluso se ha conocido de manera extraoficial la muerte de varias de ellas, dejando huellas imborrables en las familias”, indica Prieto.
Las instituciones deben vincularse
Sin desestimar el trabajo de las instituciones creadas para atender a las víctimas, la enfermera forense resalta que hay grandes debilidades, pues muchos funcionarios carecen de empatía, humanidad y capacitación para atender a personas afectadas por una grave situación física y mental. “Todo esto lo sumas y como resultado encuentras madres frustradas por la espera de respuesta o sin recursos para darle una debida atención post-abuso a sus hijos, niños revictimizados y los falsos positivos”
“Todo esto mejoraría con la capacitación del personal que atendería y abordaría de forma primaria a las presuntas víctimas; el equipo multidisciplinario debe estar integrado por médicos pediatras y forenses, enfermera forense, psicólogo, psiquiatra, terapeuta familiar, trabajador social, junto a la creación de la Cámara Gesell”, sugiere.
Es necesaria una campaña masiva
La Guaira en las últimas semanas ha estado en la mirada de muchos medios y del país, ante los hechos de abuso sexual en contra de niños, niñas y adolescentes, por ende, la especialista hace un llamado a las autoridades para promover una campaña masiva de prevención, que involucre a todos los sectores en el área de seguridad, educación y salud.
“Actualmente, el Senamecf tiene un programa en materia de prevención y hasta el momento hemos entrado en varias comunidades y colegios. El proyecto está integrado por un equipo altamente profesional. El llamado es a unirnos todos en esta acción. Debemos preocuparnos y tomar este tema como algo personal, porque cuando un niño es abusado, el problema no solo debe ser de su madre y de su padre», manifiesta./jd