Playeros vieron luz tras 7 meses sin trabajar
Ronny Mendez/Rodolfo Ruiz
Los prestadores de servicios playeros volvieron a sus lugares de trabajo después de 7 meses, luego de que el Ejecutivo nacional autorizara la apertura de las playas de 7:00 am hasta las 3:00 pm. Los bañistas han estado disfrutando desde este domingo, aunque se les ha visto en pequeños grupos.
Tanto los trabajadores playeros como el sector hotelero reabrieron sus puertas aplicando estrictas normas de bioseguridad, uso de tapabocas y guantes. Además, ubicaron los toldos dejando uno vacío de por medio, para evitar la aglomeración.
Aseguran que la apertura no solo beneficia a los kiosqueros, sino a los vendedores ambulantes, mesoneros, salvavidas y a los miles de bañistas que añoran distraerse sin el temor de ser multados.
Dolarizaron los precios
Después de tantos meses sin trabajar, la actualización de los precios se hizo en dólares. Por ejemplo, el toldo con dos sillas cuesta entre $3 y $5, dos empanadas $1, mientras que platos como los tostones oscilan entre $3 y $5, dependiendo de los acompañantes.
El hervido de pescado en $4 y las diversas ruedas de pescado con sus contornos varían entre $5 y $10, dependiendo también de la especie.
Chapuzón en La Zorra
En el segundo día de flexibilización, muchos se dieron su chapuzón en playa La Zorra, aprovechando que está apta y es un buen punto para quienes bajan de Caracas, ya que el autobús los deja a pocos metros.
Muchos se quejaron de lo caro del pasaje. «Nos cobraron $2 desde Capitolio para poder bajar, cuando el pasaje está en Bs 100.000», manifestó una de las descontentas pasajeras que llegó de la capital.
Medidas de bioseguridad al pie de la letra
Julio Mier y Terán, presidente encargado de la Cámara de Turismo regional, expresó que en algún momento llegaría una flexibilización 7×7 plus. «Me llama la atención y me llena de preocupación porque se deben realizar campañas de concientización. Ahora entra la responsabilidad del ciudadano, ya que no es que la pandemia se fue, sino que nosotros debemos tomar medidas y protegernos”.
Agregó que es importante que se vuelva a reactivar la economía del país, siendo una situación bastante alentadora para aquellos comerciantes que mantuvieron inactivos sus negocios.
Invitó al pueblo varguense a disfrutar sanamente y a mantener las medidas de bioseguridad con el objetivo de aplanar la curva del contagio.
Bañistas aplauden la flexibilización
Arturo Quintana, quien disfrutaba de un playazo en Camurí Chico, dijo que la nueva medida de flexibilización llegó en el momento adecuado. «Ya estaba llegando el borde de la locura por tanto encierro. Ahora esta flexibilización nos permite volver a disfrutar en familia de las bellas playas del litoral”.
Alejandra Bastardo reiteró: «La medida es la mejor que se ha tomado en todo el año, ya era hora de volver a disfrutar”. Agregó que el venezolano debe aprovechar, siempre y cuando se cumplan las medidas de bioseguridad para evitar un nuevo brote de Covid-19.
Pasaron roncha para sobrevivir
Los meses sin trabajar obligaron a los prestadores de servicios a hacer mil y una maniobra para poder llevar el sustento a sus hogares.
«Tuve que vender mango aliñado, coser zapatos y rebuscarme de diversas formas. Fue el año más duro para quienes vivimos de trabajar en las playas”, aseguró Juan Berroterán, salvavidas de Playa El Yate.
Él, al igual que muchos de los que laboran en la playa, están resguardando a los bañistas e instando a que se cumplan las medidas de bioseguridad porque fue uno de los acuerdos.
La Policía Municipal estuvo rondando las playas, supervisando que prestadores de servicios y bañistas acataran las normas de bioseguridad, además de que se mantuvieran limpios los espacios, obligando a que recogieran los desperdicios a quienes acostumbran ensuciar, informó uno de los oficiales./jd