Médicos exigen al Gobierno permitir acceso de la ayuda internacional

Doriana León, [email protected] “La ayuda internacional en materia de salud no es un capricho ni una cuestión injerencista. Es una necesidad con la que convivimos y lidiamos a diario en las salas de emergencia hospitalaria del país. Urge que el gobierno se quite las gríngolas y permita la llegada de medicinas y equipos que ofrecen instituciones internacionales y países hermanos”.

Esta fue la declaración unísona que efectuaron este jueves los médicos del hospital Rafael Medina Jiménez de Pariata, quienes con pancarta en mano y acompañados por familiares de hospitalizados y pacientes, alzaron su voz de protesta ante la escasez de insumos, medicinas y material médico-quirúrgico que impera en los centros de salud y que los limita en su actuación a la hora de cualquier emergencia.

Bernardo Guerra, delegado de la Federación Médica Venezolana en el estado y médico pediatra, señaló que los hospitales varguenses presentan un 80% de deficiencia en la dotación médico-quirúrgica y 75% de escasez en medicinas elementales.

“Los médicos estamos trabajando con lo poco que tenemos y dándole la cara a los pacientes, a pesar de todas las circunstancias pero es una situación comprometedora porque cuando llega una emergencia, el médico es el responsable de garantizar la estabilidad de los signos vitales del afectado; si no tenemos las herramientas, estamos en un compromiso muy difícil de afrontar”.

En líneas generales, los galenos denunciaron que los hospitales del estado tienen insuficiencias críticas en la dotación de material médico quirúrgico, situación que compromete las intervenciones médicas en pabellón; no cuentan con soluciones antisépticas para la desinfección de los espacios, las áreas de atención carecen de aire acondicionado ocasionando la proliferación de hongos y bacterias intrahospitalarias; y las farmacias están desabastecidas de medicinas elementales como antiasmáticos, analgésicos, relajantes musculares, hipoglicemiantes, antihipertensivos, anticoagulantes y soluciones fisiológicas.

Destacaron que decenas de médicos especialistas que se desempeñaban en los centros de salud públicos del estado, han migrado al sector privado o se han ido al extranjero, por la falta de herramientas básicas para el ejercicio de la medicina.

Entregaron documento con las necesidades

El grupo de batas blancas que protestó este jueves, levantó un informe sobre la situación específica de los servicios en el hospital Rafael Medina Jiménez de Pariata, donde plantearon la falta de condiciones para atender a los pacientes.

Geraldine Aular, vocera de la comisión médica del hospital, detalló que aunque lleguen insumos al centro, son insuficientes para satisfacer la demanda. “Hay días en los que denunciamos en la prensa la escasez de medicinas puntuales y al día siguiente aparece un lote que no alcanza ni para cubrir una guardia de ocho horas”.

Denunció que aunque el resto de los gremios de la salud y los trabajadores del nosocomio apoyaron la protesta, no se sumaron por temor a sanciones laborales. “Estamos bajo amenazas permanentes y muchos tienen miedo de denunciar la situación que enfrentamos a diario, por no ver en vilo sus puestos de empleo”.

La doctora Tamara Prada, médico pediatra, señaló que es inaudito que el hospital bandera de la Gobernación carezca de un servicio de bacteriología, fundamental para el diagnostico preciso e inmediato de infecciones. “La Unidad de Cuidados Intensivos sólo tiene una cama operativa, pues las otras 5 no tienen ventiladores artificiales. No hay tomógrafo y el rayos X funciona de vez en cuando”.

Señalaron que las ambulancias del hospital están paradas por falta de repuestos y sólo cuentan con las de los Bomberos y el 171 que sólo realizan traslados interhospitalarios en el estado. “Cuando hay que referir a un paciente a Caracas, los familiares deben buscar una ambulancia particular”.

Médicos venezolanos con el salario más bajo de Latinoamérica

Tomás Guerra, presidente del Colegio de Médicos del estado, destacó que los médicos venezolanos son los que reciben el salario más bajo de Latinoamérica. “Mientras en otros países un médico recién graduado cobra como mínimo 1500 dólares, aquí cobramos un sueldo equivalente a 24 dólares, calculado al Simadi”.

Denunció que el gobierno tiene 14 años sin discutir la contratación colectiva, por lo que la Federación Médica Venezolana presentará una propuesta para que se autorice un aumento significativo vía decreto presidencial.

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