La travesía de Adrián Solano, el esquiador venezolano que nunca había tocado la nieve
El sueño del esquiador Adrián Solano comenzó apenas hace un año. Ver al que ahora es su entrenador, el también esquiador César Baena, ganador del Merino Muster 2009, le despertó la curiosidad en un deporte que muy pocos practican en su natal Venezuela: el esquí.
Una disciplina que por su naturaleza requiere de nieve y Venezuela –siendo un país caribeño– no tiene las pistas necesarias para su práctica. Es inevitable que al leer la historia de Solano no venga a la mente la película Jamaica bajo cero o Cool Runnings, inspirada en el equipo de bobsleigh de Jamaica que compitió en los Juegos Olímpicos de invierno, Calgary 1988.
Como mostraba la película, los atletas caribeños entrenaron en una superficie totalmente distinta a la de la competencia.
Ese también fue el caso de tanto Solano y su entrenador. Ambos perfeccionan su técnica gracias una adaptación de la disciplina, conocida como rollerski o esquí sobre ruedas.
Y aunque muchos pensarán que esta es una versión extraña, el rollerski no es ajeno a quienes practican el deporte, ya que forma parte de las sesiones de práctica de esquiadores de fondo profesionales. Tras un año de práctica y rodando por el asfalto venezolano, el joven de 22 años oriundo de Maracay comienza su travesía a Francia.
«Suecos, aquí voy… ¡no podrán con el negro!»
Solano salió de Venezuela con destino a Suecia en donde estaría durante un mes para aclimatarse a la nieve antes de su competencia.
Su vuelo, Air France 385 con destino a París, partió en la tarde del domingo 15 de enero. El venezolano realizaría una escala en el aeropuerto Charles de Gaulle antes de dirigirse al país nórdico.
Pero a su llegada, el 16 de enero, Solano cuenta a CNN en Español que «una police francesa, muy altanera ella y que hablaba español –poco español–, me dijo: ‘Es que nosotros acá no te creemos porque al parecer tu lo que quieres es emigrar de tu país porque estás pasando hambre y necesidad allá». CNN en Español contactó a las autoridades de Charles de Gaulle pero no ha recibido respuesta.
Solano explicó que luego del interrogatorio, lo llevaron a la zona de espera para personas pendientes de entrar al Estado francés o Zapi por sus siglas en francés.
El esquiador explica que era «una especie de hotel y estaba rodeado de cercas, custodiados por policías. No podíamos tener teléfonos celulares, no tenía mi pasaporte, ni ninguno de mis documentos, todo eso lo tenían ellos», relató Solano a CNN en Español.
En este lugar, el venezolano permaneció –según cuenta– 5 días. Finalmente, luego de probar que en efecto estaba en camino a una competencia, las autoridades francesas lo dejan ir el viernes 20 de enero.
«(Me) sueltan a las 10:30 de la noche, en el medio de París. Yo no tenía ni un centavo, nada tenía».
Según Solano, la cónsul Glenna Cabello fue «inmediatamente a mi rescate. Estuvo muy pendiente de mi el resto de días que estuve en Francia, hasta que me tocó regresarme a Venezuela».
El esquiador de 22 años dijo a CNN en Español que el incidente fue «una muy mala experiencia» y que tenía los documentos para demostrar que se dirigía a una competencia internacional. Solano está inscrito en la base de datos de la Federación Internacional de Esquí.
Su entrenador, el también esquiador y récord Mundial Guinness 2012, César Baena, publicó en su cuenta de Twitter el 18 de enero un mensaje dirigido al presidente Nicolás Maduro para la «liberación inmediata de nuestro atleta Adrian SOLANO que está injustamente preso en París en el aeropuerto».
El mensaje de Baena va acompañado de una carta enviada por el comité organizador del Campeonato Mundial de Esquí Nórdico Lahti 2017 al Zapi en el que explican que Solano en efecto si participaría en la competición.
Un mes después del incidente, la canciller venezolana Delcy Rodríguez publicó en Twitter que el gobierno de Nicolás Maduro presentará «una fuerte protesta al gobierno francés por afrenta contra deportista venezolano».
¿El peor esquiador del mundo?
Luego de pasar otros cuatro días en París, Solano regresó a Venezuela el martes 24 de enero y cuatro semanas más tarde emprendió el vuelo a Lahti, Finlandia, para participar en el Campeonato Mundial de Esquí Nórdico.
El incidente en Francia le costó un mes de entrenamiento en nieve.
«No es lo mismo practicar sobre asfalto que sobre nieve. Físicamente te da el mismo rendimiento, haces los mismos calentamientos, los mismos músculos se ejercitan. Pero a la hora de la técnica, del deslizamiento, del equilibrio, todas esas cosas son totalmente distintas. Necesitaba ese mes para poder familiarizarme con la nieve. No tuve esa oportunidad. Si apenas llegué, fue montándome en mis esquís y vamos que te toca competir», dice Solano a CNN en Español.
Solano, que no tenía el dinero suficiente para emprender el viaje a Finlandia, recibió la ayuda de un famoso presentador finlandés Aleksi Valavuori, quien creó una cuenta de GoFundMe con la que logró recaudar 4.305 euros (aproximadamente 4.555 dólares).
Según relató Valavouri en la página de recaudación de fondos «estamos tratando de recolectar presupuesto para sus viajes, hotelería y otros gastos lo más pronto posible. ¡Gracias!».
Solano explicó a CNN en Español que esa cuenta de GoFundMe fue su única fuente de financiación para asistir al evento. La falta de preparación tras ser regresado de Francia fue evidente. El venezolano quedó por fuera durante la ronda calificatoria del evento.
La entrada a la pista fue tambaleante y tuvo varias caídas. Una actuación con la que se ganó la ‘distinción’ del peor esquiador del mundo, según medios internacionales y ‘el Moussambani‘ del esquí.
Pero esto le despreocupa a Solano.
«No todos pueden hablar bien. Ciertamente me caí muchas veces, no podía esperar (que dijeran otra cosa). Pero valen más las palabras positivas que las malas», dice el maracayero de 22 años.
A pesar de quedar por fuera del evento, el venezolano dice con una sonrisa en su cara que cumplió su sueño. Esta fue la primera vez que Solano se ponía unos esquís, que tocaba la nieve y que participaba en una competencia internacional. Para él tocar la nieve fue como cuando un niño recibe su regalo de Navidad, dice Solano emocionado. El esquiador cuenta que entre sus planes futuros está seguir esquiando en nieve y también sueña con estudiar.
Solano confesó que en Venezuela se le ha hecho difícil entrar a una universidad pero que espera poder especializarse en otra de sus pasiones: la cocina. «Me gustaría estudiar cocina y ser, además de un esquiador con mucho talento, me gustaría y encantaría ser un chef profesional y estudiar en una de las mejores escuelas de cocina del mundo», dijo Solano en la entrevista.
Fuente: CNN en Español