Infecciones vaginales mal tratadas pueden terminar en gonorrea

Doriana León, [email protected] La vaginosis bacteriana es la infección más frecuente entre las mujeres de 15 a 44 años y la causa una cantidad excesiva de ciertas bacterias que provocan un desequilibrio bacteriano.

Aunque esta infección la toman a la ligera, puede derivar en partos prematuros, problemas de fertilidad y un mayor riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea.

Maira Villavicencio, gineco-obstetra, señala que uno de los problemas principales de la vaginosis bacteriana es que en ocasiones no se diagnostica debido a que en algunos casos hay una ausencia de síntomas. “De estar presentes, la mujer percibe una secreción vaginal blanca o gris y poco espesa, dolor, picazón o ardor. Algunas mujeres tienen un fuerte olor a pescado, especialmente después de haber tenido relaciones sexuales.

La enfermedad conocida también como vulvovaginitis es poco frecuente en mujeres postmenopáusicas debido “al descenso de estrógenos y al aumento de la atrofia vaginal durante esta etapa. Su incidencia aumenta con el inicio de la actividad sexual y sus síntomas suelen empeorar una semana antes del ciclo menstrual”, indica la especialista quien asegura que la infección genera molestias durante el acto sexual y a la hora de orinar.

El hongo Candida forma parte de la flora normal del cuerpo humano. Se detecta en el tracto orointestinal en 50% de los adultos, y “también puede aislarse en el tracto genital en 20% de las mujeres asintomáticas”. Los cambios producidos en la flora vaginal normal, colonizada por lactobacilos, pueden dar lugar a un sobrecrecimiento de la Candida y al desarrollo de una vulvovaginitis. Las causas de ese aumento pueden ser “la toma de antibióticos, los niveles hormonales elevados durante el embarazo o los estados de inmunodepresión”.

El tratamiento “debe ser de fácil administración y tener buena aceptación por parte de la paciente para facilitar el cumplimiento, de acción fungicida y sintomática inmediata, con mínimos efectos secundarios, económico y que permita prevenir nuevas infecciones”.

En caso ser una vulvovaginitis no complicada “el tratamiento comprende la administración de antimicóticos o antifúngicos tanto intravaginales como orales, o también en cremas”. En el caso de ser recurrentes y complicadas, el tratamiento con antimicóticos será más largo”.

Recomienda una serie de medidas higiénicas entre las que se encuentran “evitar irritantes locales como jabones o geles de ducha, evitar llevar ropa sintética y ajustada, y reducir la ingesta de hidratos de carbono ya que estos favorecen el hábitat de la Candida”.

La ginecóloga señala que bañarse en playas o piscinas aumenta la posibilidad de contraer infecciones, “sin embargo no es una condicion específica para padecer la vaginosis. Solo se debe evitar permanecer por mucho tiempo con el traje de baño húmedo luego de salir del agua. En la vagina hay bacterias buenas que se encargan de mantener un PH adecuado, si cambia está en riesgo de infección”.

Afirma que “el uso constante de las pantys tipo hilo es contraproducente. Tambien hay factores como el uso de anticonceptivos orales que inciden en la aparición de la afección”

VPH en adolescentes genera alarma

Los casos de Virus de Papiloma Humano (VPH) en adolescentes, se han vuelto cada vez más común en el estado manteniendo en permanente monitoreo a las autoridades del Ministerio de Salud en la región.

Junto a este virus, la clamidia y la sífilis son las infecciones más comunes. “Aquí hemos atendido a pacientes que desde los 12 años inician su actividad sexual y se han diagnosticado a jóvenes de 14 años con cáncer de cuello uterino, generado por un VPH en alto estado de avance. Es por ello que es necesario la prevención. Llamamos a los padres y representantes a que acudan con sus hijas a la consulta para evitar situaciones qué lamentar”, comenta el doctor Daniel Márquez Pinto, además de invitar todas las mujeres con una vida sexual activa a realizarse el estudio citológico anual.

Destaca que en la Sanidad cuentan con los equipos para realizar el “quemado” de las verrugas genitales y las medicinas para tratar la enfermedad. “ Como es un virus es controlable, pero siempre estará presente en el organismo de quien lo padece; por lo tanto, el control oportuno de la enfermedad es fundamental”.

Prevalece el VIH en menores de 39 años

Aunque la estadística está reservada, fuentes fidedignas del Ministerio de Salud han revelado que la prevalecencia de casos de VIH en el estado es en pacientes con edades comprendidas entre los 19 y 39 años.

“Hasta hace unos años las variantes de edades en pacientes seropositivos en el estado eran a partir de los 25 años, sin embargo actualmente están acudiendo a consulta adolescentes que han contraído el virus al menos tres años antes de manifestar los síntomas de la enfermedad”.

La incidencia de pacientes es mayor en hombres que en mujeres y la parroquia con mayor número de casos en Catia La Mar.

María Alejandra Redondo, coordinadora de la campaña adolescente Tenemos Algo que Decirte, señala que “hoy los adolescentes de ambos sexos confrontan un riesgo serio de infección por el VIH que termina en SIDA. Esta es una enfermedad crónica y en la mayoría de los casos es mortal. A pesar de que existe un mayor entendimiento, la infección del VIH es una amenaza seria para los adolescentes heterosexuales y homosexuales. Cuando los adolescentes no toman previsiones es más probable que se contagien con el virus”.

La especialista señala que es importante “evitar compartir agujas, afeitadoras, navajas o perfiladores. También hay que tener mucho cuidado en los centros estéticos donde utilizan objetos punzocortantes como corta cutículas o cortaúñas para arreglar manos y pies».

Padres deben dejar “tabúes” de lado

Redondo señala que generalmente las muchachas que acuden al ginecólogo solas “carecen de orientación en el núcleofamiliar. Es importante que los padres asuman las riendas de sus hijos y sean responsables dejando de lado los tabúes sobre la sexualidad. Debemos ajustarnos a las épocas, hay que informar a los muchachos para que prevengan las enfermedades. Es mejor prevenir que lamentar”, dijo.

Destacó la relevancia de la implementación de políticas que permitan el control familiar en adolescentes.

Primero la prevención

Para prevenir una infección vaginal causada por hongos, hay que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

El aseo adecuado de la zona íntima debe hacerse con agua limpia y fresca, empleando jabones neutros y evitando que estos entren en la vagina, usándolos solo externamente.

Se recomienda nunca quedarse con el traje de baño puesto o la ropa con la que se hace deporte. Hay que procurar usar siempre ropa seca y fresca.

Usar siempre ropa interior y exterior de algodón, que sea fresca y que permita que el cuerpo respire.

Evitar el consumo exagerado de productos con azúcar y la toma de antibióticos sin autorización del médico./jd

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