Gobierno chino censura éxito de Chloé Zhao

La realizadora nacida en Beijing ganó la estatuilla dorada, pero su éxito fue borrado de las redes sociales de su país. Los medios guardaron silencio sobre el galardón, una posible represalia por haber criticado al régimen de Xi Jinping hace 8 años.

Todas las menciones a su triunfo en los premios Oscar fueron borrados de las redes sociales y se canceló el estreno de Nomadland

La cineasta Chloé Zhao, nacida en Beijing, se alzó el domingo con el Óscar a la mejor película y mejor dirección por Nomadland, pero su éxito desapareció este lunes de las redes sociales chinas.

Zhao se convirtió en la primera asiática y en la segunda mujer que gana como directora por su drama sobre la gente de precarios recursos que recorre Estados Unidos en camionetas. Nomadland logró también el galardón a mejor película y a mejor actriz para Frances McDormand.

Sin embargo, todas las publicaciones recientes que contenían su nombre y Nomadland desaparecieron misteriosamente de la red social Weibo, el Twitter chino, al mediodía del lunes.

“Chloe Zhao se convierte en la primera directora de cine de la diáspora asiática/china que gana el Oscar al mejor director de la historia”, escribió un bloguero de entretenimiento con más de 8,9 millones de seguidores, en un post que obtuvo miles de likes antes de ser borrado.

“El control de la opinión pública de China es escandaloso. Tras la estelar victoria de Chloe Zhao en los Oscar, no hay ni un pedo en Weibo”, escribió un usuario indignado.

El periodista Aadil Brar reportó que los usuarios de Weibo estaban usando otros caracteres para poder comentar sobre Nomadland. Los comentarios en inglés no eran censurados

Los medios de comunicación chinos también guardaron silencio sobre su victoria. Tan solo el diario Global Times publicó un mensaje en Twitter anunciando el premio, un texto y un editorial en el que restó interés a la cinta para el público chino y apostó por el rol de Zhao como mediadora entre Estados Unidos y China, si bien le reclamó “mayor madurez”.

Ese rotativo achacó la polémica local en torno a Zhao a unas declaraciones realizadas en 2013 en las que la cineasta dijo que China es “un lugar donde hay mentiras por todas partes”, palabras que no sentaron bien entre los sectores nacionalistas.

Varios cinéfilos chinos mostraron su desagrado por la censura en redes, mientras que la prensa hongkonesa sí se hizo eco del galardón, a pesar de que, por primera vez en 50 años, no se retransmitió en directo la ceremonia en el territorio semiautónomo por decisión de las autoridades. Los cines chinos retiraron además el estreno de su película.

Chloé Zhao parece referirse a estas dificultades en su discurso de aceptación del premio: “He estado pensando mucho últimamente en cómo seguir adelante cuando las cosas se ponen difíciles”.

Antes de que las publicaciones fueran eliminadas, Weibo se inundó el lunes por la mañana de mensajes en las redes sociales que elogiaban a Zhao, mientras que otros denunciaban la censura.

“Ella es el orgullo del pueblo chino (…) Es muy raro que un chino obtenga un premio Óscar”, dijo a la agencia AFP Yan Ying, una ingeniera el lunes por la mañana.

“Creo que las películas chinas serán cada vez mejores y ella será un muy buen ejemplo para los directores chinos de la China continental”, dijo Yuan Min, trabajador jurídico de 38 años.

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