Embarazo en adolescentes aumenta riesgo de malformaciones y mortalidad materno infantil

  • Especialistas recomiendan retardar el inicio de la actividad sexual hasta los 18 años

Doriana León.-

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Aumento de la mortalidad materno-infantil, nacimiento de niños con malformaciones congénitas y aumento de los problemas sociales del país son algunas de las secuelas del embarazo adolescente, un problema que en el país se mantiene cada día en ascenso.

En el estado, los hospitales reportan que al menos el 40% de los alumbramientos que se atienden en las salas de obstetricias, son en madres menores de 16 años.

Fuentes fidedignas vinculadas a los centros obstétricos del estado, el Materno de Macuto y el José María Vargas de La Guaira, señalan que la mayoría de estas madres jóvenes son de escasos recursos y además carecen de condiciones para garantizar la buena formación del bebé.

“Son mujeres que están mal alimentadas, que en su mayoría no controlan sus embarazos y que por ende se convierten en casos de alto riesgo con probabilidades de que el bebé nazca con alguna anomalía”.

Indira González, encargada del programa de salud sexual y reproductiva en el estado, asegura que actualmente hay un equipo multidisciplinario conformado por el Instituto Nacional de la Mujer, el Ministerio de la Mujer, el Instituto Estadal de la Mujer, el Ministerio de Salud y de Educación, que trabaja en las charlas y programas orientativos para los jóvenes en los centros educativos y de salud.

“Tratamos de ser lo más franco que las leyes venezolanas nos permitan con los jóvenes menores de edad. Buscamos que nuestro mensaje cale en la psiquis de los muchachos y que comprendan los riesgos que conlleva la sexualidad irresponsable”.

Explicó que en las charlas recomiendan a los muchachos retardar el inicio de la actividad sexual hasta que el cuerpo esté físicamente preparado. “Lo ideal es a partir de los 18 años, pues es a esa edad cuando el cuello del útero de la mujer alcanza su formación y el pene del hombre crece hasta su tamaño promedio”.

Señala que el uso del preservativo como método de barrera falla en las relaciones sexuales adolescentes, pues el dispositivo es fabricado en una medida estándar que los muchachos menores de 17 años no pueden alcanzar. “Muchas veces el condón les queda grande y ocurren los accidentes, no solo de un embarazo no deseado, sino del contagio de las Infecciones de Transmisión Sexual”.

La pareja junta a la planificación familiar

González informa a las muchachas que a partir de los 14 años pueden acudir solas a la consulta ginecológica o de planificación familiar. “Lo ideal es que acudan junto a su pareja, pero no necesitan el respaldo de su representante o padre”.

Dijo que al acudir la pareja, el especialista puede despejarle dudas e inclusive enseñarle técnicas para mantener el sexo seguro. “El acto sexual es de dos y por ende ambos deben asumir la responsabilidad que conlleva. Sabemos que en la adolescencia hay una revolución hormonal constante pero los adolescentes deben ser responsables y en el fomento de ello trabajamos”./DLR

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