“El transporte público en Vargas está en terapia intensiva”

Más del 50% de la flota está paralizada

Lorena Correa – El tema del déficit de transporte público en Vargas sigue siendo un dolor de cabeza, no solo para los pasajeros sino también para los choferes, quienes están haciendo “milagros” para continuar operativos y comprar los repuestos ante los exorbitantes precios.

Carlos Martínez, explica que los conductores tienen más de seis meses trabajando con las uñas, ante la poca disponibilidad de los autopartes en el mercado, obligados a comprarle a los “bachaqueros” hasta tres veces su precio.

“El tema se le salió de las manos a la Gobernación y a la Alcaldía, lamentablemente pararnos no es una solución porque ya en Vargas hay un paro técnico y muy notable, las paradas permanecen repletas de pasajeros y en las horas pico es mucho más grave. El transporte está en terapia intensiva y ellos quieren tapar el sol con un dedo. La gente ya sabe lo que ocurre, les da miedo decir que estamos en emergencia por la cantidad de carros parados”.

Trabajando a “media máquina” con cauchos lisos

Continúa la peregrinación para la compra de los cauchos, pues el más económico no baja de Bs. 70.000, motivo que los está obligando a resolver la crisis con neumáticos de segunda mano, o las “chivas”.

Misael Briceño, afirma que el “calvario” de la escasez de cauchos, lo está llevando a resolver con parches para evitar quedarse accidentado. “Actualmente tener una buseta no es rentable, estamos sobreviviendo ante el sinfín de problemas que está presentando el gremio, sin resaltar que al momento de las lluvias debemos paralizar el servicio porque el 95% de los carros operativos trabajan con cauchos lisos, y ante las lluvias se pueden presentar accidentes graves ”.

Marcos Lares informó que los cauchos adquiridos durante los últimos tres meses son de mala calidad y solo tiene una duración de un mes y medio, “los cauchos chinos no están diseñados para este tipo de asfalto, además no aguantan el trote que le damos a diario los conductores”.

Resaltó que el Instituto Municipal de Vialidad, Tránsito y Transporte Colectivo de Vargas (Imvitracv), se está dando a la tarea de sancionarnos por no estar al día con los cauchos o por un faro, mientras ellos no tienen ni material para las cédulas de servicio.

“Se están aprovechando de nuestras necesidades para obtener dineros. El sector transporte está a merced de los especuladores ante los innumerables contratiempos que estamos teniendo por falta de repuestos y la escasez”.

“Solo se consiguen baterías tapa amarilla a Bs. 30.000”

 Como una odisea califican las travesías que deben realizar a diario para conseguir las baterías. Aseguran que visitan hasta cuatro estados para conseguirlas, y en algunos casos deben pernoctar afuera de los establecimientos para comprarlas a “buen precio” o de lo contrario pagar mínimo Bs. 30.000 por las “tapa amarillas”.

Manuel Meza, resalta que en Vargas no se consiguen baterías desde hace más de tres meses, y los comercios tampoco están trabajando con listas de espera para no dejar mal a los clientes, porque al momento del despacho reciben poca cantidad.

“Ya no sé qué hacer, es desesperante esta situación. Hace seis meses compré una batería marca Supremo y ya se dañó, en ese momento costaba 3.500 bolívares, pero ya están en Bs. 30.000, se están aprovechando de la crisis que estamos atravesando para especular con los precios”.

Wilmer Brito, asegura que tiene tres meses buscando comprar dos baterías, y a pesar de haber pernoctado en dos oportunidades en una tienda en Los Teques, no ha logrado conseguirlas.

“No nos queda de otra que quedarnos accidentados hasta conseguir una nueva o por lo menos una de segunda mano, porque muchas veces de tanto recargarlas se dañan, y entonces nos las vemos negras para continuar operativos”.

Indica que anteriormente existían varias marcas de baterías, pero ya son pocas las que se pueden encontrar. “En la Duncan de La Guaira llegan dos por semana, es la de mayor demanda y la lista de espera es larga, más del 50% de los conductores esperan para comprarlas, porque de la Proveeduría Socialista, además de ser un fraude, solo algunos se pueden beneficiar”. LC/jd