El colegio del tiroteo de Uvalde será demolido
El alcalde de Uvalde, en Texas, Don McLaughlin, anunció que las instalaciones del colegio de primaria Robb Elementary serían demolidas, luego de que 19 niños y dos profesoras perdieron la vida tiroteados por un joven de 18 años, Salvador Ramos, el pasado 24 de mayo.
«Nunca podrías pedirle a un niño que regrese, ni a un maestro que vuelva a esa escuela», dijo McLaughlin, visiblemente molesto con la información publicada previamente que criticaba la respuesta, demasiado tardía, de las autoridades para enfrentarse al autor de la masacre.
El jefe de la policía estatal de Texas, Steve McCraw, catálogo la actuación de los agentes durante el tiroteo como un “fracaso abyecto” indicó que el jefe de policía del distrito escolar, Pete Arredondo, «decidió poner las vidas de los oficiales por delante de las de los niños».
Confirmó que tres minutos después de que el tirador entrara en el centro educativo y se atrincherara en una de las clases, la policía accedió con suficientes armas y munición como para haber acabado con el joven mucho antes y haber podido salvar vidas de los estudiantes. En lugar de eso, Arredondo prefirió esperar a que llegaran refuerzos de otras partes del Estado, casi una hora después.
Aseguró que los policías esperaron por una llave para abrir las puertas de las aulas pero nunca hizo falta porque la puerta no se podía cerrar desde dentro. Al parecer, una de las profesoras solicitó arreglar las cerraduras antes del tiroteo, puesto que no podían cerrar con llave. «La puerta no estaba asegurada. Los policías ni siquiera trataron de abrirla. Esperaron a que llegase la llave”, dijo el jefe de la policía estatal.
McCraw explicó, además, que 19 minutos después de que Ramos entrara en el colegio fuertemente armado ya había 19 agentes dentro protegidos con chalecos antibalas y escudos policiales. También que se produjeron varias llamadas al servicio de emergencia por parte de estudiantes ya estando dentro y que Ramos siguió disparando, desmontando la teoría de Arredondo, que manejó la situación como si fuera una crisis de rehenes y no un tiroteo masivo e indiscriminado.
El jefe de policía del distrito escolar de Uvalde está siendo investigado y se espera que se conozcan las conclusiones del comité a mediados de julio. Sin embargo, ha negado estar a cargo de la escena en ese momento.
Con información de El Mundo