Dad salario digno a los trabajadores de hoy. Honrad a los Mártires de ayer
Conmemoramos hoy los 136 años de la Masacre de Chicago, la histórica protesta de los trabajadores para alcanzar una jornada más humana: solo 8 horas de trabajo en lugar de las 12 o 16 que regían en la gran ciudad industrial y en todos los Estados Unidos, y aún peor en el resto del mundo.
Los Mártires de Chicago fueron: Michael Schwab, Louis Lingg, Adolph Fisher, Samuel Fielden, Albert R. Parsons, Hessois Auguste Spies, Oscar Neebe, George Engel. El día anterior a su ejecución, el dirigente Louis Lingg, apareció en su celda herido de muerte, con un cartucho de dinamita explotado en su boca.
“Es preferible la muerte que la miseria”, había escrito el periodista Adolph Fischer, en su medio impreso que repartió para arengar a los manifestantes. Por sus palabras fue sentenciado a muerte.
Estos nombres de luchadores sociales, abiertamente socialistas, que abogaban por una mejor distribución de la riqueza, mejores condiciones de trabajo y justicia social, quedaron sembrados para siempre en la historia y hoy se celebra en su honor el Día Internacional de los Trabajadores.
Su sacrificio rindió los frutos esperados, pues los empresarios tuvieron que aceptar reducir la carga horaria y dar espacio para la recreación y el descanso.
Y, ¡Claro con un salario decente!, porque de lo contrario no tiene gracia.
Hoy los trabajadores venezolanos, a 136 años de aquel sacrificio enorme de quienes valientemente prefirieron la muerte a vivir en la miseria, subviven con un salario miserable y trabajan dos turnos o bien se rebuscan con una actividad complementaria que anula su derecho al descanso. Los venezolanos ya no trabajan 8 horas, sino 12 o 16.
Pero, hay una esperanza, porque el hecho cierto es que hoy Venezuela cuenta con un Presidente obrero, Nicolás Maduro Moros, pero ¿es obrerista este gobierno?
Teóricamente sí, pero en la práctica los trabajadores han sufrido un acelerado proceso de regresión, hasta el punto de tener el salario más bajo de América Latina: 30 dólares mensuales, por debajo incluso de Haití y Cuba que son reconocidos como “los países más pobres del continente”.
Esto puede mejorar sustancialmente, si el presidente Nicolás Maduro, aprovecha que el barril de petróleo está por encima de los 105.47$ y decide aumentar de nuevo el salario a una cantidad que signifique una verdadera mejoría para el sector de los trabajadores. Por favor dad a los trabajadores venezolanos de hoy un mejor salario y honrad la memoria de los dirigentes-sindicales-sociales que fueron sacrificados en Chicago. Es una deuda que tiene este gobierno con la historia y con el presente.
Los trabajadores activos y jubilados esperan este acto de reparto más equitativo de la riqueza y de disminución de la injusticia social. No pueden esperar menos porque el sufrimiento se ha entronizado por años en la clase trabajadora, en la familia trabajadora y, además, porque si se aspira motorizar de verdad la economía, hay que fortalecer la capacidad de compra de la gran mayoría para que, aumentando el consumo, también se motorice la producción y se generen más empleos bien remunerados. El gobierno sabe que cuando se mueven las cadenas de producción, se detiene el retroceso y se mueve hacia delante el país.
Generar empleos es la clave. El asistencialismos hace falta en un país empobrecido, pero es efímero, dura muy poco, y se presta para una extensa red de corrupción que no deja huellas. La verdadera obra social es el empleo, aquí en Vargas, no en el extranjero como promueven los que importan, aprovechando la eliminación de los aranceles.
Es tiempo de poner en marcha una auténtica política social, reivindicadora, mediante el pago justo a los motores del desarrollo del país: sus trabajadores, el centro de los desvelos de Karl Marx y Friedrich Engels, los ideólogos de la génesis de la Revolución Bonita.
Esperamos un aumento substancial del salario hoy. Necesitamos que el obrerismo del gobierno se manifieste, para beneficio integral del país, y para que recuperen la credibilidad y la confianza perdidas, según la campanada del 21 de noviembre de 2021: solo 17% del electorado votó por el continuismo.
La visita de la Organización Internacional del Trabajo, las reuniones con los trabajadores y los generadotres de empleo, los empresarios, es un buen augurio, pero hay que tomar acciones y ganar corazones, aumentando el pan y rebajando el circo.
Aumento tangible de salarios, es lo que procede en honor a los dirigentes, socialistas de verdad, que ofrendaron sus vidas en Chicago.
El Diario La Verdad considera su responsabilidad dar a conocer el salario mínimo general 2022, en América Latina, a los efectos de que se tenga una idea cierta de hasta donde se puede exigir, en el país con las reservas petroleras más grandes del mundo, pero hoy venido a menos por políticas económicas históricamente fracasadas y un sistema oficial que parece que ignora lo pírrico de los salarios que paga.
Comparen ustedes:
Todos los valores están expresados en dólares
1.-Ecuador 425
2.-Chile. 411
3.-Panamá 365
4.-México 256
5.-Colombia. 244
6.-Perú 233
7.-Argentina 233
8.-Brasil 214
9.-Haití 154
10.-Cuba 87.5
Y…Venezuela, fuera del «top ten», en el puesto 11, bien lejos, con el novísimo aumento a 30 dólares…¡Medio petro!
Esta vergüenza salarial llama a una reflexión, debemos ser realistas y ubicarnos:
A.-Exigir un aumento que cubra la canasta básica de 471,16 dólares, no es razonable, si tomamos en cuenta que el mayor salario en América Latina está por debajo de eso: 425 dólares, 1400 por ciento más que el de Venezuela.
B.-Se deben hacer propuestas que sean probables, en el marco de una situación-país muy difícil, aunque, repito el barril de petróleo está hoy en 105,47 dólares y estamos produciendo un millón de barriles diarios. Solo falta buena administración.
C.-El gobierno sabe que sus salarios son tan bajos que son una vergüenza nacional y que, por el hecho de llevarlos a un mínimo razonable, los trabajadores no van a dejar de ser pobres, pero tendrían mayor capacidad de consumo y, por tanto, pagarían más impuestos. Es decir en un país cualquiera, en el mundo entero, todo vuelve a las arcas públicas que administran los gobernantes sean democráticos, jeques, reyes o dictadores.
D.-Se evidencia que ese cálculo de la canasta básica que la coloca en 471 dólares no se ajusta a la realidad y solo sirve de pretexto a los especuladores para que sigan aumentando sus productos.
E.-En el entendido de que en todos estos países latinos los salarios alcanzan para cubrir los gastos básicos de los trabajadores: comida, medicinas, alquileres, vestido, calzado y entretenimiento, es claro que los comerciantes venezolanos deben tomar conciencia y llevar sus precios a niveles razonables, asumiendo su parte de la crisis económica.
F.-El precio del barril de petróleo West Texas Intermediate, que es la referencia del crudo venezolano, está en 105 dólares con 47 centavos, con una producción de 1 millón de barriles diarios.
Hay que entender que la movilidad social no se impulsaría con un salario similar al de Haití: 154 dólares, que nadie dejaría de ser pobre ni pasaría a la clase media con ese ingreso. Es decir no abandonarían las bondades de ser pobres, y seguirían convencidos de que “ser rico es malo”, solo que tendrían menos hambre.
Oficialistas, ya el pueblo habló, ahora les toca a ustedes actuar, aumenten, que es para su propio beneficio.
Rómulo Herrera
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