Crisis educativa toca fondo
Beatriz Rodríguez
“La educación venezolana se encuentra en la peor crisis de la historia republicana, en todos los niveles y modalidades debido en gran parte a la reducción en la asignación del presupuesto desde el año 2015, además de la nefasta política educativa”, asegura la diputada Ana Mercedes Aponte.
Expresa que esto ha incidido en la baja calidad educativa que hoy reciben los estudiantes del sector público. “El régimen prefiere asignar más recursos para la compra de armas y gastos presidenciales que en educación, aún cuando la Constitución establece en el artículo 103 que el Estado realizará una inversión con las recomendaciones emanadas de la Organización de las Naciones Unidas”.
Señala que el Gobierno se pone de espaldas a las necesidades educativas y a las demandas de sus educadores, siendo el Estado el que está en la obligación de dotar los planteles para que los estudiantes permanezcan en las aulas.
60% de deserción
estudiantil
Sostiene que el abandono de las aulas está en aumento y en este período a nivel nacional 1.300.000 alumnos no iniciaron el año escolar. Las aulas están vacías y los que medianamente asisten se encuentran con la falta de alimentos porque el CNAE es un fracaso.
Resalta que los docentes se siguen marchando del país y los pocos que quedan dan clases a dos grados. “Las escuelas se han vuelto unitarias. Han tenido que fusionar los grados, pues hay salones donde acuden 8 ó 10 estudiantes diarios”.
Los centros se han quedado sin educadores para las áreas más críticas Matemáticas, Química, Inglés y Física, a los alumnos se le promedian las notas porque no reciben el contenido académico de estas asignaturas.
“Este régimen insiste en graduar docentes solo para ideologizar a nuestros jóvenes, ya que su objetivo es formar hombres con pensamiento único”.
Dice que el Gobierno insiste en desconocer la convención colectiva, condenando de esa manera a los maestros a que la Onapre cancele los sueldos y pulverice los aumentos decretados.
Asegura que no obstante seguirán en la calle reclamando lo que por derecho les corresponde. “Vamos rumbo a la huelga general”./jd