Convivencia en retenes es una bomba de tiempo por el hacinamiento

*Polivargas ha enviado seis comunicaciones al Minpenitenciario

Amy Torres.- La difícil situación carcelaria en el país también se siente en los centros de reclusión “temporales”. En Vargas los más grandes son los de Macuto y Caraballeda.

En este último la semana pasada se produjeron dos situaciones irregulares en menos de 72 horas: la primera el sábado 5 de noviembre protagonizada por detenidos del Cicpc y la segunda la madrugada del martes 8 por chamos presos en Polivargas. Ambas fueron controladas.

El comisionado Ángel González, director de Investigaciones y encargado de los retenes de la policía regional, está consciente del hacinamiento. Por ello ha cumplido con la formalidad que exige el Ministerio de Servicios Penitenciarios para la solicitud de cupos.

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Recordó que la última vez que hubo traslados a centros de reclusión fue en julio, cuando un lote de más de 80 reos fue llevado a la Penitenciaría General de Venezuela (PGV).

Sin embargo, hasta la fecha el ministerio no ha otorgado más cupos. “Solo desde julio a la fecha se han hecho seis solicitudes. El martes 8 de noviembre se envió una comunicación formal, en la que se detalla la cantidad de privados y la situación en la que estamos por el hacinamiento. Además, se hizo un recordatorio de las otras cinco solicitudes anteriores”.

En el retén de Caraballeda se encuentran privados de libertad de la Policía de Vargas, especialmente adolescentes y mujeres; así como reos del Cicpc. Mientras que en Macuto están los reos mayores de edad y los funcionarios policiales detenidos.

Chamos produjeron daños menores en celdas 3 y 4

Sobre el motín protagonizado por cuatro adolescentes recluidos en Caraballeda, contó que “habían cumplido la mayoría de edad y la forma de pedir su traslado a Macuto fue causando destrozos a las celdas 3 y 4. Ya se coordinaron las actuaciones con los jueces y se procedió al traslado”.

Los hechos se produjeron a las 3:00 am del martes, cuando los cuatro privados rompieron una de las paredes del calabozo y con los propios escombros causaron destrozos en parte de la infraestructura.

Fueron daños menores, aseguró González. De hecho, para su reparación se necesitan al menos 40 bloques y cemento. “Los cuatro compartían las celdas con otros cuatro jovencitos”.

El comisionado refirió que en Caraballeda hay un total de 25 adolescentes presos distribuidos en seis celdas.

“No hay hacinamiento. Lo que sucede con ellos es que ameritan una clasificación más rigurosa que no permite unir a quienes están detenidos con robo con los que están por homicidio por su propia integridad física”.

Femeninas bajo control

En Caraballeda hay también 27 mujeres privadas en tres celdas: dos pequeñas y una grande.

Sin embargo, su situación es diferente al resto de la población detenida en el estado. Al menos en estos calabozos no hay hacinamiento, según señaló Ángel González.

Explicó que debido a que en septiembre el Minpenitenciario ordenó el traslado de 25 femeninas, no hay hacinamiento en dicha población. “Aquí la capacidad de los espacios es de 48 mujeres, que además tienen áreas para que puedan cocinar”.

En Macuto brindan atención médica constante

En cuanto a situación en Macuto, mencionó que hay una población de más de 200 reos. “A pesar del hacinamiento, se cubren sus servicios básicos y por ello están tranquilos”.

El director de Investigaciones de Polivargas expresó que de ese total hay 17 penados y el resto son procesados. Están distribuidos en 11 celdas y un patio.

Los calabozos donde están los efectivos policiales tienen capacidad para 40 personas, y el resto de dos o tres, aunque por la cantidad que tenemos debemos agrupar entre 10 y 15. “La capacidad máxima del retén es de 70 detenidos”.

Debido a la cantidad de población detenida, González indicó que se canalizan jornadas médico-asistenciales. La última se realizó el miércoles, cuando fueron atendidos 120 privados de libertad. Mientras que a finales de octubre correspondió al Ministerio Público un operativo similar.

“Recibieron dosis de hepatitis B, toxoide y meningococo, así como medicinas. Participaron Sanidad, Defensa Pública y la policía del estado. Se atiende a aquellos que presenten un cuadro clínico menor, a quienes se les donan cremas, antialérgicos, antibióticos; mientras que los que tienen un cuadro clínico más grave son llevados a los centros asistenciales previa coordinación con los jueces. Diariamente sacamos hasta dos imputados”.

González aprovechó de recordar que la Gobernación, a través de Polivargas, le garantiza a los detenidos el desayuno, el almuerzo y la cena y “aun así se le permite el acceso de la comida que traigan sus familiares tanto en Macuto como en Caraballeda”.

Incluso en algunas áreas tienen espacios donde pueden cocinar, eso considerando que hay algunos privados que tienen ciertas limitaciones en cuanto a la alimentación. “Se les permiten estas facilidades de manera de que cuenten con las condiciones mínimas en cuanto a calidad de vida”.

Sostuvo que en Vargas, comparado con otros estándares en materia de centros de reclusión, son flexibles. “Aquí no se le suspende la visita a nadie para que la familia no se vea atacada, porque de por sí el proceso de estar detenidos es bien complicado”.

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