En Bogotá abrirán una casa para recibir a venezolanos migrantes

* La iglesia es ofrecerán abrigo y alojamiento a los que están indocumentados

La Iglesia católica inaugurará en Bogotá, Colombia, un hogar de paso destinado a los venezolanos que migren a esa ciudad y que no tengan documentación, el cual comenzará a funcionar a partir de enero dando abrigo y alojamiento.

La nueva sede estará ubicada en el barrio San Bernando, en las antiguas instalaciones del colegio Santo Domingo Savio, en la carrera 13 No. 3-37, Localidad Santafé, contiguo a la parroquia Nuestra Señora de los Dolores.

Ese será un segundo hogar de paso, la anterior fue inaugurada en 2016, la cual está a cargo de la hermana Teresinha Monteiro, quien señaló que “en el inicio hicimos un promedio de personas que viene por año y ya se duplicó. Hasta septiembre estuvimos en capacidad de 416”, resalta que no hay fronteras para acoger a sus hermanos como hijos de dios.

El monseñor Álvaro Vidales, párroco de la Catedral Primada de Bogotá, informó que los colombianos pueden hacer llegar sus donaciones económicas, de objetos y alimentos para la casa.

También se abrirá un comedor para atender a 45 personas diariamente, el cual estará en el sector de San Victorino, en la Calle 14 No. 13-68, en la parroquia La Capuchina, donde está contemplado que se presten además servicio de baño, duchas, salones de reuniones y descanso.

La iglesia amplía ayuda

Desde hace más de 15 años funciona en Bogotá la Fundación de Atención al Migrante (FAMIG), en la cual, en los últimos meses y debido a la situación de Venezuela, su atención se ha centrado en ayudar a los venezolanos.

Al llegar a la capital de Colombia por vía terrestre y luego de llenar unos formularios reglamentarios, son remitidos a la Casa del Migrante ubicada en la zona industrial, donde se les brinda hospitalidad, alimentación y habitación de paso.

La segunda casa cuenta con una capacidad de atención de 52 personas aproximadamente, quienes recibirán apoyo psicosocial y espiritual para encontrar esperanza en medio de la dura realidad por la que atraviesan.

 

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