Ansiedad y depresión algunos rasgos de la crisis: ¿Cómo hacerles frente?

Génesis Peña

El deterioro de la calidad de vida que se viene arrastrando producto de la crisis socioeconómica que vive al país se traduce para algunos en trastornos psicológicos como ansiedad y depresión.

Algunos estudios han confirmado que existen factores que predisponen este tipo de condición parte de ello se desencadena entre las dificultades para alimentarse, incertidumbre política y social, desempleo, falta de servicios público, entre otros.

Esto, según lo afirma el psicólogo, Willam Echarry, no tiene distinción de edad para su padecimiento, pues desde niños, jóvenes y hasta adultos mayores son propensos a sufrirlo.

“En algunos tienen rasgos normales, mientras que en otros se presentan rasgos anormales”, explicó Echarry. “La primera muestra de ansiedad que se tiene es al momento del nacimiento cuando se da la palmada al bebé y comienza a llorar. La segunda es cuando el niño comienza a caminar y se va cayendo a medida que lo intenta, eso le genera ansiedad”.

Así sucesivamente se presentan momentos que van complementando rasgos ansiosos hasta la preadolescencia, adolescencia, preadultez y hasta la adultez.

“En la actualidad producto de un fenómeno multifactorial y patologías psicológicas donde se destacan la violencia generalizada, pánico, irritabilidad, estrés post traumático, acoso escolar o sexual, ragos de alzhéimer, engloba componentes ansiosos que dan un salto importante a la depresión”.

Tales cuestiones generan niveles “alarmantes” de otras enfermedades como las cardiovasculares que, sumado a las dificultades alimentarias, inaccesibilidad a los medicamentos o atención médica por falta de recursos, efectos post covid, además de antecedentes hereditarios, edad, situación del cambio climatológico y duelo migratorio producen complicaciones que atraen estos cuadros que llegan a terminar hasta en suicidio.

Ante esto, existen recomendaciones por parte de los expertos que la colectividad debe tomar en cuenta para no caer en estados “graves”. Lo primero es tener la ayuda de un profesional de está área, así como recurrir a terapias dinámicas de grupo.

Compartir con personas que tengan una visión positiva de la vida y que tengan una mirada empática con el fin de que se pueda tener una disminución significativa de lo negativo para así buscar un progreso ante la dificultad.

Es importante la presencia de alguna actividad extracurricular o física que permita drenar energía. También se pueden tener momentos de terapia espiritual en grupo a través de la lectura de algún pasaje bíblico o algo por el estilo que permita combatir los pensamientos de negatividad.

Mantener una alternancia del trabajo y las labores diarias es fundamental, se requiere de un equilibrio en todas las etapas de la vida.

Es importante a su vez es importante una sana alimentación, en la medida de las posibilidades. Lecturaterapia también es otra alternativa importante a igual que la terapia entre pareja.

“Para aquellas personas que son muy susceptibles a noticias de conflicto, fallecimiento, las que tengan que ver con la situación país es importante que eviten ver tales cuestiones de sucesos trágicos ya que, es contraproducente”, dijo Echarry.

Los trastornos de ansiedad y depresión fundamentalmente no tienen un grupo etario o sexo donde sea más prominente, pues todos los seres humanos son propensos a caer en ello, algunos llegan a tener rasgos normales, en tanto otros llegan a los anormales.

Por esta razón, es importante seguir la recomendación de los expertos que ayudará a eliminar los riesgos de estos padecimientos.

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