Adolescentes embarazadas tienen un alto porcentaje de sufrir preeclampsia

Laura De Stefano

Un alto porcentaje de sufrir preeclampsia, abortos y bebés con síndrome de Down, pues los primeros óvulos que se están formando pueden tener una alteración genética, son los riesgos que tienen las adolescentes porque sus órganos sexuales no se han terminado de desarrollar.

La doctora Raxheda Ortega, ginecóloga infantojuvenil del Centro Médico Diagnóstico Gamma, manifestó que muchas adolescentes creen que con la llegada de la primera menstruación están preparadas para quedar embarazadas. Pero, es a los 18 años cuando culmina el desarrollo de sus órganos sexuales.

Señaló que hay otras implicaciones como la psicológica, porque las jóvenes estarán bajo una carga de estrés y preocupaciones que les impedirán desarrollar su personalidad. Se sentirán señaladas por la sociedad por no cumplir con sus metas y su vida estará limitada. “Es importante tener el apoyo de los familiares cuando ocurre este evento”.

A nivel social, indicó, tendrán una serie de responsabilidades como acudir a un control prenatal, realizarse ecos y exámenes de laboratorio. Y posteriormente, cuando nazca ese bebé, tendrán que cuidarlo y llevarlo al pediatra, alejándose de su entorno.

Detalló que a corto plazo habrá adolescentes que abandonen la escolaridad, bien sea porque se le hace difícil continuar o no cuentan con el apoyo de sus padres. A mediano plazo no completarán su etapa de compartir y recrearse propio de su edad, mientras que a largo plazo no tendremos personas con capacidad profesional ni madurez para asumir una responsabilidad laboral.

“Tendremos una madre adolescente cuidando a un niño sin la capacidad para educar, formar y sin las herramientas para enfrentarse a cualquier eventualidad”.

Aunque a su consultorio no han llegado adolescentes embarazadas, tal vez porque no pueden pagar una consulta privada, dijo que Venezuela es el primer país de Latinoamérica con el mayor porcentaje de embarazos no planificados.

“Esto quiere decir que a nivel asistencial público habrá un alto índice de jóvenes acudiendo a las consultas o con complicaciones al momento del parto como abortos, preeclampsia, amenaza de parto pretérmino, anemia, infecciones urinarias y bebés con bajo peso al nacer”.

La ginecóloga fue enfática al decir que las ONG’s, instituciones y el Estado tienen como función la parte preventiva. “Debemos restaurarla en las escuelas desde la etapa inicial, enseñándoles a los niños las funciones de los órganos sexuales reproductivos, tanto femeninos como masculinos”.

Manifestó que es importante enfocarlo en la educación a nivel de primaria y reforzarlo en la secundaria. Además, los profesionales de la salud, no solo el personal médico, sino también las enfermeras y trabajadores sociales, tienen que tener entrenamientos sobre métodos anticonceptivos.

Saber que los adolescentes están protegidos por la Lopna y, por ende, a partir de los 12 años, tienen derechos a buscar información sobre métodos anticonceptivos y de las enfermedades de transmisión sexual.

Dijo que los y las adolescentes deben tener la opción de decidir, sin violentar sus derechos sexuales reproductivos, colocarse un método anticonceptivo como el implante subdérmico.

Pero, también, educarlos a que existe la abstinencia y no iniciar la actividad sexual a temprana edad, porque esto lleva a una serie de responsabilidades.

“Cuando a la consulta llega una joven que no ha tenido relaciones sexuales, hay que felicitarla y decirle que la adolescencia no es el mejor momento. Si ya inició actividades sexuales, se procede a la prevención secundaria, que es la información sobre todos los métodos anticonceptivos, tantos hormonales como no hormonales, y las ETS”.

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