A 17 años del deslave en Vargas aún está latente el peligro

Laura De Stefano.- Presas de retención de sedimentos, canalización de las principales cuencas, colocación de colectores marginales de aguas servidas, rehabilitación de la carretera costanera y construcción de un puente con pendiente de suspensión eran algunas de las obras que debieron realizarse hace 17 años en el estado para la mitigación de riesgo.

Pero solo el 15% aproximadamente fue ejecutado, estando en la actualidad colpasados por falta de mantenimiento.

Carlos Texeira, de la Red de Ciudadanos Activos Nelson Mandela, manifestó que el Plan Maestro del año 2000 y el Instructivo para la Operacionalización del Plan Vargas 2005 son los dos hechos de corrupción más grande del país, superado por el caso de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).

“Entre 2000-2008 se destinaron más de 33 billones de bolívares y resulta que en algunos aspectos, como la distribución del agua potable, estamos peor que cuando la tragedia. Esto fue la peor estafa y el mayor robo”.

Comentó que de las 23 cuencas que debieron ser intervenidas por la magnitud del daño causado durante el deslave, solo la de Tacagua fue culminada en su totalidad porque la financió y supervisó la Unión Europea, aunque nunca se le rindieron cuentas a la comunidad internacional por unos recursos no ejecutados.

Indicó que para los ríos de Naiguatá, Carmen de Uria, San Julián, Osorio, Guanape, Las Palias, Curucutí, Piedra Azul, Germán, Cariaco, Galipán, Curiapito, El Cojo, Camurí Chico, Quebrada Seca, Cerro Grande, El Tigrillo, Care y Anare existían unos proyectos, bien sea de canalización o de presa de contención, dependiendo del comportamiento de las cuencas.

Texeira explicó que esos proyectos estaban diseñados para retener materiales rocosos y árboles que pudiera arrastrar un fenómeno hídrico parecido al de diciembre de 1999, cuando rocas y troncos viajaron a una velocidad superior a los 180 kilómetros por hora, destruyendo todo a su paso.

“Eso podría suceder nuevamente porque es un fenómeno natural. Lo que debemos hacer es crear conciencia de que vivimos en una zona de riesgo y es allí donde se deben planificar obras para evitar tanto la pérdida de vidas humanas como materiales,” enfatizó.

Además de la cuenca de Tacagua, ninguna otra fue atendida según el plan. Algunas tuvieron una intervención parcial como la de Naiguatá que tiene un avance del 60%, pero la deforestación y dinamitación por parte de la cantera de la Gobernación han afectado el cauce del río que ha perdido su capa vegetal.

“Todo indica que de ocurrir una nueva vaguada, el impacto sería muy negativo para los pobladores de Naiguatá. Eso fue advertido por ambientalistas que han denunciado el caso en prensa, a los organismos públicos como la Fiscalía y a la Asamblea Nacional.

Interpelan a los responsables sin castigo

Por eso en el 2000 se creó la Autoridad Única, que para aquel entonces su presidente era el ingeniero Carlos Gennatios. Estaba formado por equipo interdisciplinario que tuvo apoyo de las universidades del país e instituciones internacionales con experiencia de este tipo de fenómeno en países como Japón, México y Estados Unidos.

Se elaboraron un conjunto de recomendaciones que dio origen al mapa de riesgo de Vargas, que implicaba el diseño de políticas orientadas a minimizar el riesgo de estas cuencas. “En marzo del año 2000, el presidente Hugo Chávez presentó en cadena nacional la inversión por concepto de obras de ingeniería”.

Agregó que “el resultado fue que en 2005 sufrimos una nueva vaguada. Aunque no tuvo la misma magnitud que la de 1999, fue lo suficientemente devastadora para desnudar la estafa que se había cometido cinco años atrás. Se demostró que no se habían realizados los trabajos de mitigación de riesgo y por eso unas lluvias que no alcanzaron ni el 10% de las caídas en la tragedia, causaron tantos daños”.

Ese año fueron interpelados el general Alejandor Volta, el gobernador Alfredo Laya y el ingeniero Carlos Gennatios, porque nuevamente el estado presentó pérdidas materiales e interrupción de la vialidad por la cantidad de material rocoso.

“Esto demostró que la tragedia natural se convirtió en una tragedia humana y que los responsables incurrieron en corrupción. No hay registros entre 2000-2005 sobre los trabajos, solamente la cuenca de Tacagua. De la reconstrucción de Vargas solo podemos decir que lo único que se hizo fue la remoción de escombros de la vía principal”.

Sin embargo, lugares como el casco colonial de La Guaira, donde está el poder regional y municipal; Piedra Azul y la parte alta de Curucutí; Quebrada Seca, en Caraballeda y Los Corales, entre otros, están intactas las huellas de la tragedia. Comentó que el mérito lo tienen muchas de las comunidades que con su propio esfuerzo fueron retirando los escombros.

Más dinero sin obras

A partir de las lluvias de febrero de 2005 se orientaron un conjunto de acciones y es así como nace el Instructivo Presidencial para la Operacionalidad del Plan Vargas 2005, diseñado por un equipo profesional y técnico. Como jefe de la ejecución de obras de mitigación de riesgo fue designado el ex ministro de Interior y Justicia, Jesse Chacón.

Nuevamente se recomienda la construcción de presas, canalización de cuencas y áreas de rehabilitación de vialidad, incluyendo puentes.  La ironía es que hay lugares, como en la Guzmania, donde todavía hay provisionales.

También contemplaba obras orientadas al saneamiento ambiental, entre ellas la colocación de colectores marginales para las aguas servidas de Mamo,  la Zorra, Curucutí, Piedra Azul, Osorio, San Germán, Cariaco, El Cojo, San Julián, Naiguatá y Camurí Grande por el orden de los 18 millardos de bolívares.

“Debieron instalarse tuberías de impulsión en el sector este hasta la planta de tratamiento de Punta Gorda. Los tubos que colocaron fueron removidos para dar paso a la construcción del estadio de los Tiburones en Macuto. Aunado a esto, la estación de bombeo de Pachano no se hizo porque allí funcionará la Bolívar de La Guaira. Solo allí se perdieron 40 millardos de bolívares,” manifestó Texeira.

Lamentó que la Planta de Punta Gorda, no solo no fue culminada, sino que está inoperativa porque se convirtió en depósito de contenedores. “Además se robaron las bombas y los equipos”.

En materia de protección de costa se aprobaron 780 millones 370 mil bolívares para la construcción de borde costero urbano en Guanape. Mientras  que para la construcción de espigones en las cuencas de Mamo, Osorio, Camurí Grande y Guanape se destinaron 23 millardos 40 millones 430 mil bolívares.

Determinar responsabilidades

Carlos Texeira exige que se finiquite la investigación y se determine el destino de esos recursos antes de seguir invirtiendo en saco roto. A su juicio es el robo más grande, porque inclusive se llevaron la ayuda internacional.

“En esa oportunidad se aprobaron 981 millardos que fueron ejecutados por tres ministerios y Corpovargas. Además debieron crearse 593 empresas y 103 cooperativas.”

Indicó que desde 2006 acude todos los años a la Fiscalía General a solicitar que se establezcan responsabilidades. Manifestó que en Vargas todavía hay mucho qué hacer. Lamentablemente es imposible obtener recursos con un barril de petróleo en 40 dólares. Recordó que entre el 2000 y 2007 se ubicaba en 150 dólares.

Consideró que la solución sería presentar un plan de recuperación y reactivación económica. La inversión permitiría dinamizar el resto de las actividades productivas y se crearían fuentes de empleos directos e indirectos.

Por supuesto, habría que hacerlo dentro de un plan macro de estabilización económica del país donde se jerarquicen las necesidades que tenemos, pero “esto será posible cuando haya independencia de los poderes, se combata la corrupción y tengamos un nuevo gobierno”.

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