El puerto sigue esperando
María Elena Moreno, [email protected] Desesperanza y desolación es lo que se observa en el Puerto de La Guaira, donde con la llegada del 2016 se contabilizan cuatro años de cierres en negativo y una baja sostenida de operaciones del 98% para el sector privado, expresa Rusvel Gutiérrez, presidente de la Cámara de Comerciantes, Industriales y Aduaneros del Estado Vargas (Caduainco).
“Ya nos acercamos a fin de mes, y es triste lo que se vislumbra. En Vargas, la ausencia de embarques es notoria, incluso del sector público. No ha llegado nada, por lo que el sector aduanero portuario se mantiene en jaque”.
Según algunos trabajadores de Bolipuertos que prefieren el anonimato, desde hace dos años, aproximadamente, solo están asistiendo a cumplir horario, pues “no hay nada qué hacer”.
Más de 5.000 empleos en riesgo
Detalla que de 1.200 agencias aduanales que hay registradas, tan solo 50 están activas con un movimiento pírrico, “un volumen de carga casi nulo”.
Gutiérrez alerta que esta situación, de prolongarse por mucho más tiempo, podría desencadenar un impacto social en Vargas con el desempleo de más de 5.000 ciudadanos que dependen de forma directa de los asistentes de aduana.
“Eso sin contar los empleos indirectos que incluyen a los transportistas. Al no llegar nada, no tienen carga que mover, entonces hablamos de aproximadamente 3.000 personas más. Actualmente, de esa totalidad creo que al máximo trabajan solo 100, y porque se desplazan a otros puertos y aduanas a resolver”.
Deudas y créditos cerrados
Sobre los 15 mil millones de dólares estima se ubica la deuda del país con los proveedores extranjeros, lo que causó la congelación definitiva de los créditos desde finales del 2013.
“Cómo uno trabaja así. No hay divisas, las pocas que se detectan son libres que ya rondan los 900 bolívares, estas nadie las usará para no ser objeto de multas”.
Indicó respecto al decreto económico, que es imposible pensar que “con un pronunciamiento, recuperarán la confianza del empresariado que ha sido desplazado. Queremos recuperación, pero las condiciones aún no son dadas”.
Menos importadores
Respecto a la desconfianza, Gutiérrez explicó que “la propuesta de ley para simplificar los trámites administrativos para importación y exportación del 2009, solo incluía al sector público. Nunca se nos ha visto como parte de la solución”.
Dice que las cámaras en conversaciones han dado a conocer su temor de no recibir nunca más los dólares preferenciales. “Con todo esto, se han reducido el número de importadores, además porque en las subastas nunca sabíamos qué empresarios eran. Ya no vale ni postularse”.
Prioridad a otros puertos
Indicó que Vargas fue desplazado por Puerto Cabello en cuanto al ranking de importancia, manifiesta que mientras en el litoral central no hay movimiento, en dicho puerto llega mercancía, “sobre todo del sector público”. /MEM