Vecinos de Blanquita de Pérez no aprueban toma arbitraria de agua
Luisana Brito.- Con respecto a las declaraciones emitidas por los vecinos del sector Blanquita de Pérez en Caraballeda hace días atrás, relacionadas a la toma arbitraria de agua del tanque Caribe, los habitantes alegan que la misma no está aprobada por la comunidad y que los que perforaron la vía, para empotrar los tubos, deben asfaltarla cuanto antes, debido a que los vehículos están sufriendo daños severos.
En una asamblea llevada a cabo con los habitantes del sector e Hidrocapital, llegaron al acuerdo de que no pueden desmejorar a 800 familias para beneficiar a cinco. “Ellos nos dicen que el trayecto del agua tiene una amplia distancia y que si se llegase a dar la toma, el agua bajaría por gravedad, y tardaría mucho tiempo en subir. Si ahora estamos sufriendo porque solo nos llega dos veces por semana y seis horas al día, no me quiero imaginar cómo sería con este empalme”, señala Luis Rafael Romero.
Destaca que la persona que hace la petición, no pertenece al sector y que además toma en cuenta otros puntos domiciliarios, como el del jefe civil de la parroquia Maiquetía, Milcar Guzmán, quien con la ayuda de una vocera del comité de agua del consejo comunal ya vencido, se dio a la tarea de llevar los recaudos y abrir el suelo por donde pasan los tubos, sin preguntar a los vecinos.
“En la reunión les dijeron que eso está prohibido. Nosotros no nos oponemos a que hagan la conexión, sino al contrario, le propusimos que se haga directo desde el tanque principal, a fin de evitar que le reste fuerza al bombeo. Todos estamos pasando trabajo, porque el agua llega en pocas cantidades, pero hay que tener consideración con los que viven en la parte alta, que tienen que cargar con tobos”, refiere Jorge Veliz.
La violencia de género dice presente
Del mismo modo, Romero y Veliz, ratifican la agresión verbal por parte del jefe civil, Amílcar Guzmán, en contra de la señora Nelly Díaz, el cual la amenazó con ofensas, e incluso le ofreció golpes y patadas. “Nosotros íbamos pasando por el lugar, como hacemos todos los días, y vimos como le gritó y con la tambaleaba con las manos en la cara. Ella se agachó, y para defenderse, en un pilón de arena, tomó una piedra, pero las personas que estaban a su alrededor la agarraron, porque sino le pega. Ella es una luchadora social, que ha logrado muchos beneficios para nuestro sector”, dice Veliz. LB/ mp