Salarios insuficientes alimentan la «Operación Rebusque»

La detención el mismo día de un guardia nacional, primero, y 3 policías del estado La Guaira, después, sacudió las altas esferas del gobierno y el fiscal general de la república, Tarek William Saab, siempre atento a estas denuncias, ordenó la detención de los presuntos implicados.
Pero, poco ayuda que se combatan las consecuencias y no se eliminen las diversificadas raíces que permiten que la corrupción se nutra y se fortalezca, no se eliminan las causas.

Lo primero que tiene que hacer el gobierno es sincerarse y reconocer, lo que ellos mejor que nadie saben: los salarios de los trabajadores venezolanos en general y de los funcionarios públicos, en particular, que se ubican en unos 20, 30 o 40 dólares, según el rango, son insuficientes para adquirir los alimentos de una familia básica de padre, madre y 1 hijo. Ni se diga cuando son 2, 3 o 4.

Teníamos antes del jueves 3 marzo y tenemos ahora después de ese aumento decretado por el presidente Maduro, salarios de hambre y, aunque no estuvimos, ni estamos de acuerdo, con aquellas afirmaciones del presidente Hugo Chávez en mensaje a la Asamblea Nacional, en los albores del siglo XXI, aquí las dejamos:

“Si yo fuese ese hombre joven que lloró conmigo, ayer en la puerta de la Catedral de Caracas. Si yo fuese él y viese a mi hija (Rosinés), a punto de morir de hambre, yo creo, Dios mío que yo saldría a la medianoche a hacer algo para que mi hija no vaya a la tumba, ¿no creen ustedes?  ¿No cree usted, Ministro? ¿No cree usted, coronel? ¿No cree usted señor Fiscal, señor Contralor, señora Presidenta de la Corte que usted también, a lo mejor pudiera hacerlo, verdad? 

Bueno, la gran mayoría de 75% a 85% de los venezolanos, policías y guardias incluidos, por supuesto, hoy ubicados en plena pobreza, hacen esfuerzos para que su familia no pase hambre y, ciertamente, no salen a la medianoche, pero sí aplican la “Operación Rebusque”, así con mayúsculas, trabajando como vigilantes privados, guardaespaldas y hasta buhoneros, partiéndose el alma para comer y pagar el alquiler.

Esa es la verdad y los del gobierno lo saben. Saben que del rebusque a la matraca, al bachaquerismo, a las mini-mafias de la gasolina denunciada por el presidente Nicolás Maduro, lo que hay es solo un paso. Y aquí no vale aquello de pobre, pero honrado, pues ser pobre es una cosa y el extremo de no tener dinero para comer hoy ni mañana tampoco, es algo muy distinto.

Pensando en eso, en una de sus cavilaciones, el general García Carneiro tuvo la idea de establecer altas multas por violaciones de tránsito, que compartirían con los policías que las aplicaran. Nada menos que 40% para los policías, con un adicional a quien sorprendiera al mayor número de infractores. El resto, 60% se utilizaría para reparar patrullas y ambulancias. Todo funcionó muy bien, solo que en 8 semanas ya todo el mundo había sido multado y andaban derechitos, además de que los transportistas se quejaron porque no les alcanzaba para compartir con tanta gente y allí se acabó el proyecto.  

Pero, hoy 8 de marzo, Día de la Mujer, eso es distinto, pues se puede aprovechar el aumento de los precios del petróleo, a 126 dólares el barril, repito, para producir más y con una pequeña parte de esos millonarios recursos, aumentar los salarios, comenzando por los 4 pilares fundamentales de una sociedad:

Educadores que forman a los ciudadanos para el presente y para el futuro.
Médicos-enfermeras que cuidan la salud y la vida
Policías que cuidan los bienes y las vidas, arriesgando la suya propia 
Periodistas que informamos y orientamos a la gente  
 
Urge mejorar de verdad esos salarios, pues el último aumento que no es más que el regreso a los 30 dólares, “medio petro, anclado al precio del petróleo”, de la segunda reconversión revolucionaria de 2018, cuando surgió el bolívar fuerte soberano, ¿recuerdan?

Solo como una referencia los salarios más bajos del continente son los de Haití: 107 dólares y Cuba: 87 dólares; los más altos los de Uruguay equivalente a $429 y Ecuador con $400.

Como se observa $30 dólares ratifican a Venezuela en el último lugar, con una recuperación al pasar de $7 a $30. Eso hay que mejorarlo y se puede en el país con las mayores reservas de petróleo del mundo, cuando los precios rondan los $126 por barril. Esto es urgente para que los educadores regresen a las aulas; los trabajadores de la salud no sigan emigrando; para que los policías no tengan que reventarse trabajando. Porque un policía mal pagado es un ser humano investido de un poder que, de por sí, induce al abuso de autoridad y a la matraca, enfrentado con muchos demonios tentadores, como eso de que te aparezcan 5.000 dólares en un humilde e inofensivo bolso tricolor. Eso, señores del gobierno, ustedes lo saben mejor que nadie, porque, si como predicaban ustedes mismos “ser rico es malo”, seguro que pasar hambre en familia es aún…peor”.

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