Atleta bielorrusa pidió asilo tras amenazas de su gobierno

La atleta olímpica Krystsina Tsimanouskaya ingresó este lunes a la sede diplomática de Polonia en Tokio, custodiada por policías tras denunciar que las autoridades de su país intentaron sacarla de Japón sin su consentimiento por haber criticado al comité olímpico de Bielorrusia, actualmente dirigido por Viktor Lukashenko, hijo del dictador Alexandr Lukashenko.

La velocista Krystsina Tsimanouskaya fue sacada de las competencias por el comité de su país y teme regresar a Bielorrusia

Polonia le otorgó un visado humanitario. “Polonia hará lo que sea necesario para ayudarla a continuar su carrera deportiva”, expresó el diplomático polaco Marcin Przydacz.

El Comité Olímpico Internacional (COI) había asegurado que Tsimanouskaya se encontraba “segura y a salvo” y que había pasado la noche en un hotel del aeropuerto de Haneda, en Tokio.

Tras su participación en las eliminatorias de los 100 metros el pasado viernes, Tsimanouskaya debía hoy presentarse en la primera ronda de los 200 metros libres, prueba que en los Juegos Universitarios de Nápoles 2019 le dio su única medalla de oro.

Todo comenzó cuando Tsimanouskaya cuestionó su inscripción en una prueba a última hora. “Algunas de nuestras chicas volaron hasta aquí pero no pudieron competir en relevo de 4×400 porque no tenían suficientes pruebas de dopaje. El entrenador me añadió a esta prueba sin mi consentimiento”.

Tras hablar de esa decisión públicamente en redes sociales, la joven de 24 años reveló que, “el entrenador principal se acercó a mí y me dijo que había una orden desde arriba para sacarme”. Pese a no estar preparada físicamente para competir en esa categoría, Tsimanouskaya estaba anotada para disputar la primera ronda el jueves 4 de agosto.

Repentinamente, el Comité Olímpico bielorruso informó a través de un comunicado que su representante no iba a presentarse a ninguna de las dos competencias en las que estaba inscripta (200m y 4x400m), aludiendo problemas en su “estado emocional y psicológico”, algo que Tsimanouskaya desmintió.

La atleta confirmó con un rotundo “sí” que tenía miedo a regresar a Bielorrusia y denunció que había sido objeto de numerosas amenazas tras sus críticas a al comité olímpico nacional.

Debido al conflicto, el esposo de la atleta viajó hasta Ucrania. “Preveo reunirme con mi mujer. De momento el plan es que probablemente vaya a Polonia. Creo que (en Bielorrusia) no estaríamos seguros”, expresó Arseny Zdanevich desde Kiev.

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