Medallas olímpicas fueron hechas con celulares reciclados
Cuando los organizadores de Tokio 2020 destacaron que estos juegos destacarían como los más tecnológicos de la historia y tendrían una clara orientación ecológica, hablaban muy en serio.
La palabra clave de esta cita olímpica es “sustentabilidad” y no hay mayor prueba de ello que el proceso con el que se fabricaron las más de 5.000 medallas para los atletas.
Desde abril de 2017 hasta el 31 de marzo de 2019 comité organizador le pidió a los ciudadanos de todo Japón que donaran los artefactos electrónicos que no utilizaran (principalmente teléfonos celulares, cámaras digitales y laptops) para recolectar las ocho toneladas de metal bruto para la confección de las preseas.
La recolección fue un éxito: Se recibieron 78.985 toneladas de dispositivos, entre ellos más de 6 millones de celulares. Después de un minucioso proceso se logró obtener 32 kilos de oro, 3.500 de plata y 2.200 de bronce.
“Es realmente importante tener medallas llenas de esperanzas y sueños de personas de todo Japón”, manifestó la luchadora Eri Tosaka, medallista de oro en Río de Janeiro 2016 en la presentación oficial de las preseas a inicios del 2020.
“Es maravilloso que cualquiera pueda participar en este proyecto de medallas”, declaró Takuro Yamada, nadador que obtuvo el bronce en los pasados Juegos.
Las preseas fueron diseñadas por el japonés Junichi Kawanishi, quien ganó un concurso en el que participaron más de 400 contendientes.
“Cada medalla que se otorgará a los atletas durante los Juegos de Tokio 2020 está hecha de metales reciclados”, manifestaron orgullosos los organizadores.
La madera regresará a dónde salió
La campaña de reciclaje para hacer las medallas fue de la mano de la denominada “Operación Baton” (construir un pueblo de atletas con Madera de la Nación). Esta consistió en que las distintas comunidades de Japón aportaron madera producida localmente para la construcción de la Villa Olímpica que alberga a los 18 mil atletas. Una vez finalizado los Juegos, todo será desmantelado y la madera regresarán a los municipios para que puedan volver a ser utilizadas.
En la misma onda de la sustentabilidad, las camas para los deportistas fueron hechas con cartón. “Pueden aguantar hasta 200 kilos”, explicó Takashi Kitajima, director general de la Villa Olímpica. “Son más fuertes que camas de madera”.
Las mismas serán recicladas una vez finalizada la competencia para fabricar productos de papelería. El material de los colchones, que no es de cartón, se convertirá en productos de plástico.
Es la primera vez que las camas y la ropa de cama de la Villa Olímpica se fabrican con materiales renovables, señalaron los organizadores. En total son 18 mil camas, distribuidas en 21 torres de apartamentos.
Además, los podios de premiación fueron hechos de plásticos donados por el público y la antorcha olímpica se construyó con desechos de aluminio de las viviendas temporales que fueron utilizadas durante el último terremoto que azotó a Japón. La llama se alimenta con hidrógeno para minimizar emisiones de carbono.
Cuando los japoneses dicen que van a hacer algo, lo hacen y lo hacen bien.