«Gobierno no resuelve crisis de la salud que comenzó antes de la llegada de covid”

Ana Mercedes Aponte, secretaria de Organización de Sitravargas opina que la pandemia del covid-19 llegó a Venezuela en el peor momento, con un sistema de salud en ruinas y destruido. “La Asamblea Nacional (AN) ha hecho lo que está a su alcance para garantizar una mejor calidad de vida al venezolano, pero los esfuerzos han sido en vano ante las trabas que han puesto los que hoy ocupan el poder ejecutivo.

Ana Mercedes Aponte: Los enfermos están sufriendo las consecuencias de un sector salud en ruinas y mal pagado

«En el 2016 la AN declaró la crisis humanitaria y aprobó en plenaria la Ley Especial para atender la crisis humanitaria y así garantizar la salud de todos. Pero Nicolás Maduro, a través del TSJ declaró inconstitucional esta ley».

Recordó que en el 2018 la misma AN declaró la Emergencia Humanitaria en el sector salud, ante la indolencia e incapacidad del Gobierno en ejecutar políticas para resolver la crisis.

En ese sentido, la AN aprobó un acuerdo para la autorización de la entrada de la ayuda humanitaria producto de donaciones que realizaron a Venezuela varios países en el 2019.

«Está ayuda fue bloqueada por el gobierno, las gandolas con comida y medicinas fueron quemadas. Llegó el 2020 con un sistema de salud totalmente colapsado, diezmado por las emigraciones en masa de los profesionales de la salud, con poca capacidad para enfrentar el covid-19, que no distingue posición económica, sexo, raza, ni color político. Y lo peor, cada día aumenta el número de contagiados que han saturado los hospitales y que no tienen como costear el tratamiento y exámenes en centros privados».

Aponte lamenta que en este 2021 no se hayan realizado las inversiones necesarias en el sistema público de salud para atender a los contagiados y a los que padecen de otras patologías.

Señaló que los médicos, quienes se encuentran en la primera línea de batalla, están expuestos a contagiarse por no los equipos mínimos de protección y por estar mal alimentados con un sueldo que no llega ni a los $4 mensuales y que por supuesto no alcanza para comprar los escasos y caros alimentos.

Cita cifras de un médico que lleva el monitoreo en los Centros Centinelas de la entidad: Muchos pacientes con covid-19 son devueltos a sus casas para que los cuiden sus propios familiares, y los que ingresan tienen que costear sus tratamientos. Además, las Unidades de Terapia Intensiva no están funcionando y en el estado hay solo 3, anestesiólogos que se redoblan en sus trabajos, y que los fines de semanas no laboran». /HB

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