180 agricultores piden que cese la persecución
180 agricultores de Carayaca solicitan que cese la persecución por parte de organismos de seguridad del estado, pues estos impiden que lleven a cabo las ferias de cielo abierto que datan desde hace 7 años y que recorre toda la entidad ofreciendo productos a un menor precio.
Jaquelyne Zúñiga, coordinadora y vocera de la Gran Potencia Agrícola, manifestó que la organización genera 160 empleos semanales, donan 1.500 kilos de alimentos a los hospitales semanalmente y todo ello en autogestión.
“Le hacemos un llamado al Presidente y al Gobernador, ya que desde hace algunos meses hemos estado lidiando con una persecución política por parte del equipo de trabajo del Gobernador. Quizás esto sin su autorización, pues el fin es desalojarnos de nuestros lugares de trabajo”.
En reiteradas oportunidades esta situación ha llegado a los comedores sociales donde logran repartir 600 comidas por semana, así como a las diferentes comunas donde ofrecen productos a módicos precios.
“Somos uno de los pocos movimientos que estamos muy bien organizados. Hacemos una actividad económica fija semanal, siendo además un servicio necesario, ya que el 80% de nuestros clientes son adultos mayores”.
Los miércoles ofrecen sus productos en el Paseo de Macuto, mientras que los jueves lo hacen en Caribe, específicamente, entre la sucursal del Banco de Venezuela y MacDonald’s y los viernes en Maiquetía y Catia la Mar. Asimismo atienden los Clap de Caraballeda, de El Rincón, entre otros.
40 Clap por semana
Anteriormente lograban atender hasta 150 Clap por semana, pero es la falta de combustible lo que ha hecho reducir ese número a 40 semanalmente, lo cual lamenta muchísimo.
“Hablamos con jefe de comunidad y este se encarga de difundir la información, pues buscamos es que todos puedan adquirir sus productos a precios muchos más asequibles”.
Sin combustible y con vías intransitables
Augusto Torres, productor agrícola desde hace 40 años, afirmó que la mayor afectación es el transporte, debido a que los 120 litros de gasolina que recibe de manera subsidiada una vez al mes no son suficientes para cubrir la demanda, pues esto les permite realizar solo 2 viajes.
“Debemos pagar la gasolina a precio internacional si deseamos trabajar. Para hacer todos los viajes del mes se invierten unos 1.500 bolívares, lo cual es un monto elevado, ya que las ganancias se nos va en pagar únicamente el combustible”.
Las vías en Carayaca son “intransitables”, pues las lluvias han ocasionado un rápido deterioro, lo cual imposibilita que puedan trasladar la mercancía con seguridad.
“Estamos saliendo a las 12:00 am para llegar a Caribe a las 6:00 am y todo esto con penurias, ya que actualmente la vía que yo utilizo está colapsada, por lo que debo buscar vías alternas”.
Sin insumos desde 5 años
“Témenos 5 años que no contamos con el apoyo por parte del Gobierno para adquirir semillas, fertilizantes, entre otros productos, a un menor precio. Actualmente, todo lo debemos gestionar nosotros mismos, de allí que las ganancias son mínimas”, dijo Jhoan Palencia.
Por ejemplo, alguien que se quiera dedicarse al cultivo de tomate necesita unos mil dólares, pues las semillas tienen un precio de 500 dólares y el resto se invertiría en fertilizantes, regadores y demás.
“Es muy cuesta arriba querer emprender en la agricultura, ya que las condiciones país no permiten que el negocio arroje grandes ganancias. Los agricultores estamos atravesando por momentos difíciles”.
Lluvias dejan pérdidas
Las recientes lluvias registradas por las diferentes ondas tropicales han provocado pérdidas. Rubros como el tomate, la yuca, la papa, la cebolla, entre otros, no logran ser cultivados en terrenos anegados.
“Las cosechas no han sido las mejores, ya que gran parte de la mercancía no está apta para las ventas. Es decir, nos ha tocado trabajar con una producción muy pequeña, lo cual hace más compleja la situación”, aseveró Alberto Meneses.
Las ganancias apenas le permiten sobrevivir. Sin embargo, tiene la esperanza al igual que sus compañeros que las ventas mejoren durante los meses de noviembre y diciembre, esto debido a la temporada de fin de año. “Es nuestra última esperanza de recuperar parte del capital invertido”./rp