El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se enfrentó directamente a Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde calificó la invasión de Moscú de «criminal» e instó a poner fin a su derecho de veto.
Ataviado con el uniforme militar que se ha convertido en su seña de identidad, Zelenski se sentó por primera vez desde la invasión de febrero de 2022 en la misma sala de la ONU que el representante ruso, quien mostró más interés en chequear sus mensajes telefónicos.
«La mayor parte del mundo reconoce la verdad sobre esta guerra», dijo Zelenski. «Es una agresión criminal y no provocada de Rusia contra nuestra nación con el objetivo de apoderarse del territorio y los recursos de Ucrania».
Zelenski exigió a la ONU a que vote para despojar a Rusia de su poder de veto en el Consejo de Seguridad.
«Es imposible detener la guerra porque todos los esfuerzos son vetados por el agresor o por aquellos que aprueban al agresor», afirmó.
Zelenski repitió la postura ucraniana de que el poder de veto pertenecía a la antigua Unión Soviética -uno de los vencedores de la Segunda Guerra Mundial tras la cual nació la ONU- y no a la Rusia del presidente Vladimir Putin.
Protestas del canciller ruso
El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, que llegó al Consejo de Seguridad una vez que Zelenski se había ido, se burló de la idea de poner fin al veto ruso y lo describió como una forma de frenar el poder occidental.
«El recurso al veto es una herramienta absolutamente legítima recogida en la Carta (de la ONU)», dijo Lavrov.
Denunció a Zelenski, por pretende recuperar todo el territorio ocupado por Rusia en su país, por no negociar y pidió la intervención de su homólogo estadounidense.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov